Argentina todavía está lejos de cumplir los objetivos de la Ley Nacional N° 27191, la cual establece que se debía lograr una contribución de las renovables del 16% al 2021, 18% al final del 2023 y, al menos, 20% al 2025, en el total del consumo de energía eléctrica.
Y pese a que el gobierno dio algunas señales en el último tiempo, como la liberación de contratos truncados del Programa RenovAr y algunas modificaciones del Mercado a Término, no se detallan mecanismos concretos a futuro dentro de uno de los borradores del Plan Nacional de Mitigación del Cambio Climático (PNAyMCC) al que accedió Energía Estratégica.
“La generación de electricidad contribuirá de manera significativa a trabajar por los objetivos generales globales para 2030, reduciendo sus emisiones de GEI”, señala el escrito elaborado por el Gabinete Nacional de Cambio Climático (GNCC).
“Para lograrlo, más del 90 % del incremento de la potencia instalada entre 2022 y 2030 provendrá de fuentes energéticas bajas en emisiones, aumentando significativamente su generación con respecto al promedio de los últimos años, superando el 55% de participación en la generación eléctrica y desplazando las centrales térmicas menos eficientes y más contaminantes”, agrega.
Sin embargo, el documento no menciona a las renovables en ese segmento ni precisa las herramientas, metodologías o estrategias que prevén impulsar desde el sector público para lograr esas metas.
Cabe recordar que el PNAyMCC es un documento clave para realizar los medios acciones que permitan alcanzar las metas de adaptación y mitigación detalladas en la Segunda NDC, en las que Argentina se comprometió a no exceder la emisión neta de 349,16 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e) en el 2030.
Por otro lado, deja por sentado que se llegará a 1 GW de potencia instalada bajo el esquema de generación distribuida en distintos puntos de consumo residenciales, comerciales e industriales, tal como se propuso en el Plan Nacional de Energía y de Cambio Climático de 2017.
Aunque en este caso tampoco se especifica el modus operandi o los incentivos para su promoción, teniendo en cuenta que Argentina tan sólo supera el 1,2% (12 MW) instalado la capacidad planteada como objetivo bajo la Ley Nacional N° 27424, además que no todas las provincias adhirieron a dicha ley (algunas todavía no la reglamentaron).
Mientras que el desarrollo de las cadenas de valor y la industria nacional, el gobierno puso la mirada en la industrialización de metales esenciales para la transición energética y los equipos de energías renovables, entre otros, pero nuevamente no se expresan objetivos ni las estrategias de trabajo.
Hidrógeno
Si bien se aclara que se incorporaría una hoja de ruta para impulsar “un complejo productor y exportador de hidrógeno como nuevo vector energético”, sólo se nombra al gas (H2 azul) y a que “se considerará la necesidad de contar con nueva potencia renovable” (H2 verde) así como con infraestructura para su almacenamiento y transporte hacia los puntos de consumos finales”.
Pese a ello, los planes para el hidrógeno no fueron la excepción a la regla y el PNAyMCC no describe cómo se gestionará ni qué beneficios habrá en el futuro; aunque también es preciso rememorar que todavía no se aprobó la actualización a la ley de H2, presentada el año pasado, pero que varios actores del sector energético trabajan para darle un mayor empuje al tema.