Olade planteó en su reunión de ministros incrementar peso de las energías renovables hasta el 70% en Latinoamérica y Caribe
¿Qué conclusiones arrojó la semana de la energía?
La semana de la energía fue compuesta por 11 paneles totales con temas muy variados, que van desde el acceso a una energía, energía renovables, eficiencia energética, temas de innovación, temas de género y energía.
Tuvimos todas las actividades de gobernanza, de integración regional, tuvimos una muy alta representatividad y mostramos el fuerte vínculo que tiene OLADE actualmente con el resto de los organismos internacionales, y fundamentalmente de alcance global.
Por ejemplo en la reunión de ministros tuvimos dos conferencias principales: una aportada por Fatih Birol director de la Agencia Internacional de la Energía y Francesco La Camera, Director General de la Asociación Internacional de Energías Renovables (IRENA). Eso realmente genera un caudal de compromisos, discusión de contenido estratégico para la región abordando temas que son fundamentales para latinoamérica y el caribe.
¿Qué cambios se están produciendo en la política energética para la región?
El gran cambio fue que la pandemia está marcando la agenda de corto y mediano plazo. Entonces el tema fundamental sobre el cual nos centramos en estas reunión de ministros es tratar de definir a nivel de una acción regional, una estrategia destinada a que la recuperación sostenible sea parte de la dinamización económica post pandemia.
¿Por ejemplo?
Cómo identificar a partir del sector energía un canal para que se reactiven las economías regionales, que se genere empleo, trabajar en la incorporación de nuevas tecnologías que están muy orientadas a la digitalización, a la modernización de sistemas energéticos, a la mayor incorporación de electricidad en determinados usos específicos, a las necesidades a nivel de los sistemas energéticos para acompañar ese proceso.
Otro tema que está en la base es cuál va a ser el rol de los hidrocarburos en todo ese proceso, y fundamentalmente en la capacidad que tiene el gas natural como un acelerador de las transiciones energéticas, con una capacidad de descarbonización sustituyendo carbón y combustibles líquidos en las estaciones de electricidad.
Yo creo que el principal cambio es que hoy la agenda se ve condicionada por la pandemia y la crisis sanitaria y económica que está teniendo la región.
¿Hacia dónde van el discurso y las políticas de la región?
En el marco de la reunión con ministros se aprobó una decisión ministerial de apoyo a la iniciativa Energía Renovable en América Latina y el Caribe (RELAC). Es algo que empezamos a trabajar hace un año aproximadamente, que fue promovido por el Gobierno de Colombia y el propósito es fijar una meta regional de 70% de capacidad instalada a nivel de generación a partir de energías renovables para la región.
Eso es una señal política muy importante, no todos los países de la región están aún incorporados a la iniciativa pero ya tenemos un caudal de países que se han incorporado. (el 70% es a nivel regional,cada país contribuye a esa meta para lograr la meta regional).
Actualmente la región está en un entorno cercano a una capacidad de un 60% de energías renovables y ambicionaríamos a un 70% de capacidad instalada, lo cual está completamente alineado con el cumplimiento de los compromisos medioambientales de nuestra región.
Es algo que claramente está marcando la agenda porque se identifica en una mayor penetración de energías renovables mayor capacidad de recuperación económica.
¿Se avanza en la integración?
Hay una necesidad de integración, también para el mayor aprovechamiento de los recursos energéticos y la complementariedad energética entre sus sistemas energéticos de nuestra región.
Por primera vez, se mantuvo una reunión que nuclea a las cuatro iniciativas de integración regional: la de los países andinos, cono sur y arco norte, que integraN Guyana, Surinam y el norte de Brasil.
¿Cómo resultó?
Por primera vez tuvimos una instancia en la cual se intercambiaron espacios y se dialogó entre estas plataformas de división sub-regional, lo cual también pone sobre la mesa una mayor necesidad de integración como canal propicio para aprovechar las complementariedades existentes que vienen fundamentalmente de una mayor penetración de las energías renovables dentro de la matriz energética de la región.
Y el otro componente que está sobre la mesa, y que quiero comentar, es cuál va a ser el rol del gas natural en el futuro. La región tiene recursos muy importantes en términos de gas natural. Hay una fuerte necesidad de ampliar los mercados de gas natural, pero con una concepción distinta de lo que era el abordaje de gas natural décadas atrás.
¿A qué se refiere?
Hoy el gas natural tiene un gran potencial en sustitución de fuentes como combustibles líquidos a nivel de transporte que pesa a nivel de consumo energético.
Si uno analiza lo que es el sector de transporte, lo que se lleva el mayor consumo es el transporte de cargas, pesado y de pasajeros. En esos espacios el gas natural como combustible de sustitución de fuentes fósiles con menor intensidad de carbono es un tema en el que hay espacio para la ampliación de mercados de gas natural.
También la sustitución a nivel de generación eléctrica que hoy está operando con carbón y líquidos. La incorporación de energías renovables tiene que ir acompañada de una necesidad de capacidad de respaldo que actúe en intermitencia que tienen las renovables.
Eso se puede lograr de distintas formas: almacenamiento, que aún lo estamos tratando porque tiene un tema de costo, más cuando estamos hablando de volúmenes importantes, o se puede lograr con una integración con la hidroeléctrica de embalse, pero no todos los países lo pueden aplicar.
Si sustituyéramos la capacidad instalada que actualmente utiliza combustibles líquidos y carbón, por ciclos combinados de gas natural, el efecto desde el punto de vista de emisión es como sacar de circulación 20 millones de autos en un parque automotor de América Latina y Caribe que tiene 120 millones.
¿Se habla de nuevas licitaciones de energía renovable?
Hay algunos casos donde la demanda se ha planchado, por lo tanto puede existir una necesidad de revisión de los planes de expansión y eso puede estar afectando las incorporaciones de renovables.
Salvo algunas regiones que esa tendencia era opuesta, por ejemplo Centroamérica, que incorporó más renovables y saco de operación capacidad térmica, el resto de la región para acompañar la demanda sigue acompañando capacidad térmica.
Entonces, ahora con iniciativas como RELAC tenemos que apuntar que no solamente vayamos acompañando a la demanda a partir de la incorporación de renovables, sino también podamos ir sustituyendo parte de la capacidad fósil instalada.
Hay que trabajar profundamente porque hay potencial, pero no todos los países presentan un ecosistema propicio para el desarrollo de las renovables. ¿Cómo hacerlo? De alguna forma ir derribando las barreras para que se pueda incorporar mayor capacidad en renovables en aquellos países que vienen lento porque no están dadas las condiciones y los ecosistemas para que se desarrolle el mercado de los renovables.