Nueve países de Latinoamérica se ubican entre los cincuenta y cuatro países “especialmente adecuados” para el desarrollo de la energía eólica offshore en el horizonte de corto (2022-2035) y largo plazo (2035-2050), según un estudioestudio realizado por la consultora británica OWC

De esos mercados categorizados, Brasil se ubica en el puesto N° 18 y es el único país de la región que se encuentra dentro de las 22 naciones identificadas (lideran Estados Unidos, Japón y Francia) con la preparación para potenciar esta tecnología en el menor lapso de tiempo estipulado 

Mientras que el resto de países de LATAM se encuentran enmarcados con posibilidades para las futuras décadas, ordenándose de la siguiente manera: Colombia (N° 3 del ranking de largo plazo – 25 en la tabla general), Chile (12 – 34), Argentina (16 – 38), México (17 – 39), República Dominicana (19 – 41), Puerto Rico (20 – 42), Costa Rica (22 – 44)y Trinidad y Tobago (28 – 50). 

Y por fuera del top 50 pero dentro del listado llevado a cabo por la consultora, se debe agregar a Uruguay (29 – 51) y Cuba (32 – 54), siendo éste el último país del ranking. 

Cabe aclarar que la consideración inicial de la escala se basó en el potencial de recursos técnicos para la energía eólica marina flotante, el consumo de energía dentro de ese mercado, impulsores técnicos y políticos, el panorama de inversión comercial y los facilitadores del mercado.

Asimismo, para el corto plazo se determinó que la eólica offshore “se consolidará en un puñado de mercados donde se han implementado proyectos de demostración y una primera ola de proyectos precomerciales y comerciales han asegurado el control del sitio”.

Y justamente Brasil ya avanzó tanto en materia regulatoria, con el decreto para fomentar la eólica marina (Decreto Nº 10.946), como en el desarrollo de proyectos, a tal punto que ya hay 54 emprendimientos en proceso de licenciamiento ambiental, los cuales totalizan 133332 MW de capacidad. 

Incluso, el gobierno prevé una licitación para octubre de este año, para que las centrales renovables en aguas jurisdiccionales del país se concreten antes del final de la década. 

En tanto que para los mercados a más largo plazo, la consultora detalló que se tratan de territorios que “no tienen objetivos políticos establecidos para la energía eólica marina”, pese a que exista interés por su desarrollo o estén detrás de una hoja de ruta de esta índole. 

Y en este caso, el grupo británico OWC explica que podrían representar “oportunidades de menor escala” y, como tales, sugiere que las políticas “deben buscar atraer suficientes inversiones”. 

“No obstante, varios de los países con puntajes más bajos son altamente especulativos, ya que tienen suficientes recursos técnicos pero carecen de iniciativas específicas de creación de mercado o facilitadores de velocidad del mercado”. 

“A pesar de eso, algunos de los países con la clasificación más baja pueden presentar oportunidades a más largo plazo, y con la combinación correcta de apoyo político y tal vez multilateral para el desarrollo, podrían representar mercados futuros para la eólica offshore”, señala el documento.