El desarrollo tecnológico ha provocado un «descenso considerable» del precio de las baterías en los últimos años: casi un 90% desde 2010 en el caso de las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos, y en torno a dos tercios durante el mismo período para las aplicaciones fijas, incluida la gestión de la red eléctrica.
Un estudio, elaborado conjuntamente por la Oficina Europea de Patentes (OEP) y la Agencia Internacional de la Energía (AIE), indica que entre 2005 y 2018, la actividad del proceso de patentes de baterías y otras tecnologías de almacenamiento de electricidad creció a un ritmo medio anual del 14% en todo el mundo, cuatro veces más rápido que la media de cualquier ámbito tecnológico.
Según el escenario Sustainable Development de la IEA, para que el mundo cumpla los objetivos climáticos y de energía sostenible, en 2040 se necesitarán en todo el mundo cerca de 10.000 gigavatios-hora de baterías y otras formas de almacenamiento de energía, es decir, 50 veces el tamaño del mercado actual.
Atento a esta tendencia, David Ruyet, fundador y manager de Energías Renovables del Plata, destaca que su compañía lleva tiempo estudiando el desarrollo del almacenamiento pensando en proyectos para la región.
«En Chile están pasando cosas a mayor velocidad que en muchos sitios. Y hemos hecho una apuesta por el storage porque creímos que es una propuesta que va a tener recorrido», destaca.
El empresario está convencido que es cuestión de tiempo para que el almacenamiento a gran escala sea competitivo en la región. «La tendencia que se ve es en batería de ion-litio. Hoy es el costo es de USD 150 MWh», introduce.
Pero asegura que «el storage puede aplanar curvas de demanda». Y deja un ejemplo: «En Chile, dónde tienes precios de nudo de 200 dólares el storage empieza a salir a cuenta».
Las últimas señales, según Ruyet, caminan en esta dirección. «Si en Israel pudieron lograr precios de USD 50 MWh a 2022, creo que podemos estar hablando de costes sobre USD 100 en poco tiempo, y eso en determinados mercados energéticos puede ser muy interesante».
Para el empresario, todo se resume en un concepto: «El término es descarbonización y esto implica electrificación». Ahora bien, en su visión estratégica no encuentra al hidrógeno como solución definitiva.
«No estaría muy tranquilo con cuatro autos con almacenamiento de hidrógeno en mi casa», plantea.
Y apunta que «el hidrógeno es un elemento extraordinario en la industria», pero entiende que avanzar hacia dicha tecnología puede significar un importante coste de oportunidad para otras variantes disponibles en el mercado.
Así se expresó el empresario durante la Cumbre Eólica Latam 2020, organizada por Energía Estratégica.