La referencia del funcionario es sobre un centenar de proyectos de distintas tecnologías de energías renovables que pese a su adjudicación, en particular en la Ronda 2 del Renovar, aún no pudieron cerrar el proceso de financiamiento para iniciar su construcción.
De acuerdo con fuentes del mercado, el programa Renovar permitió licitar poco menos de 5.000 MW de distintas fuentes renovables, de los cuales 1.800 MW están habilitados comercialmente y operando; otros 1.800 MW se encuentran en distintas etapas de obra, y unos 1.400 MW no registran avances.
Este último grupo es el que ocupa al Gobierno porque su adjudicación obstaculiza el acceso a la red de transporte del sistema eléctrico.
En una entrevista con Nicolás Gandini, Dierctor del portal especializado Econojpurnal, Martinez señaló que la secretaría a su cargo le dio «un plazo de 20 días a unas 40 empresas» adjudicadas en la Ronda 2 del programa de energías renovables, y que no comenzaron sus proyectos.
Se trata de «contratos atados a dólares a un valor que no es el más bajo», agregó el funcionario al ratificar la voluntad del Gobierno de ir hacia un modelo distinto de desarrollo de las energías renovables de las que rigieron durante la gestión Cambiemos y que se expresó en el programa Renovar.
«Queremos revisar los proyectos y aquel que tenga la intención de no seguir con el desarrollo veremos de dar lugar al que tenga todavía condiciones de avanzar. La energía renovable viene y vamos en ese sentido, pero no es a cualquier costo como pretenden los países más desarrollados», enfatizó el secretario.
Fuentes de la cartera energética precisaron que la actual gestión de Gobierno seguirá impulsando el sector, pero que «hay 120 proyectos de contratos ya cerrados que nunca empezaron y eso cubre un cupo que requiere definir que van a hacer» en el corto plazo.
«El que no va a poder cumplir con la inversión comprometida va a ser mejor que dejo el lugar a otro que tenga la capacidad de hacerlo, a un precio pagable por el Estado», explicaron en referencia a los contratos en dólares comprometidos a 20 años para os proyectos ya en marcha.
En referencia a los dichos de Martínez, en la secretaria insistieron en que «los países desarrollados que han contaminado al mundo exigen ahora que tener una energía que los argentinos no pueden pagar».
«Somos defensores e impulsores de ese tipo de proyectos, pero tiene que hacerse mas eficiente porque en esa cadena hay negocios financieros que tienen eslabones que no hace falta que esten y que encarecen el valor del megavatio de manera innecesariamente», se explicó (Télam)