El viernes 16, el juez Federal de Zárate-Campana González Charvay ordenó la clausura en forma preventiva de la terminal de descarga de Gas Natural Licuefaccionado (GNL) emplazada en el km 74 del río Paraná de las Palmas, puerto de Escobar, provincia de Buenos Aires.
Según fuentes judiciales, la medida sería de carácter provisorio y se basa en una pericia que advierte “riesgos potenciales muy elevados para la población.”

El hecho disparó una serie de trascendidos y puso la lupa sobre la importación de GNL, pero también sobre la exportación.

Según publicó Santiago Spaltro en El Cronista, el Gobierno analiza hacer volver un barco regasificador a Bahía Blanca, dijo también que “los técnicos oficiales estudian opciones para el abastecimiento en 2021”. Consultadas por E&N, las autoridades del área afirmaron que no están estudiando la vuelta del regasificador a Bahía Blanca.

Escobar

El asunto de Escobar no es nuevo. El fallo del juez González Charvay es consecuencia de una denuncia interpuesta por integrantes de asociaciones ambientalistas que 2011 argumentaron “el peligro, severo daño ambiental e ilegalidad en la localización de las instalaciones, así como la presunta comisión de graves delitos”.

Finalmente y tras nueve años llegó a manos del magistrado el informe pericial requerido por la Cámara de Apelaciones de San Martín y sobre el cual se basó la decisión de llevar a cabo el cierre preventivo de la terminal.
La pericia, finalizada recién el miércoles 14, es categórica al asegurar que existen “altos niveles de riesgos con consecuencias catastróficas por incendios y explosiones, de elevado poder destructivo, tanto en la terminal y su entorno como en la ruta de navegación, que provocarían un elevado número de víctimas fatales”.

Por tratarse de un área de jurisdicción federal, la Prefectura Naval Argentina será la fuerza que tendrá a cargo cumplimentar la orden judicial; también se notificó al Ministerio de Transporte y a la Secretaría de Energía. Según fuentes oficiales, la decisión judicial no implica por el momento un riesgo para el normal abastecimiento de gas en la Argentina, pero sí agrega una complicación en el futuro.

Licuefacción

La pomposa despedida realizada por Mauricio Macri en octubre de 2018 del regasificador de Bahía Blanca fue gesto simbólico del ex presidente por demostrar que su gestión no requirió de energía importada.
Algunos expertos indicaron que se trató de un error estratégico y que , si bien la regasificadora de Escobar inyecta directamente en el anillo de transporte del AMBA, los buques deben ingresar con el 60% de la carga y además allí las operaciones son mucho más costosas.

El nuevo plan a anunciado por el Gobierno transmite la idea de que la producción nacional cubrirá plenamente la demanda y que incluso habilitará las exportaciones en firme, por lo que las importaciones serán eventuales y exclusivamente para cubrir picos extremos.

Malos negocios

Por otra parte, desde el año pasado YPF viene realizando exportaciones de GNL desde el Puerto Ingeniero White, en las cercanías de Bahía Blanca, casi todas a pérdida, una patriada de la que aún no se tiene cabal comprensión. Esta semana YPF informó a la Bolsa que pagará una compensación de 150 millones de dólares al grupo belga Exmar por la anulación de un contrato para licuar gas natural.

El acuerdo incluye la “finalización de los reclamos arbitrales iniciados” por Exmar contra YPF el pasado 15 de julio, no pudiendo ya el grupo belga ni sus filiales reclamar nada más a la petrolera de bandera. YPF precisó que abonará a Exmar un total de 150 millones de dólares, con un pago inicial de 22 millones de dólares y el resto en 18 pagos mensuales.

Los acuerdos firmados en 2018 tenían una duración de 10 años, con una inversión por parte de YPF de aproximadamente 20 millones de dólares.
Mediante aquel acuerdo, YPF se proponía licuar gas natural en una barcaza de Exmar en el puerto argentino de Bahía Blanca. El objetivo de YPF por entonces era el de producir un volumen aproximado de gas natural licuado (GNL) de 500.000 toneladas por año tomando gas natural proveniente de sus yacimientos en Argentina y exportarlo a distintos mercados internacionales, incluyendo Asia, Europa y mercados regionales.

La barcaza contratada posee una capacidad de almacenamiento 16.100 metros cúbicos de GNL y puede licuar 2,5 millones de metros cúbicos de gas natural. Sin embargo, por los altos costos y los bajos precios internacionales, el proyecto nunca fue rentable y a mediados de este año YPF resolvió dejar sin efecto el acuerdo, lo que motivó que Exmar iniciara un reclamo.