Históricamente la ANES ha respondido a problemáticas en el sector académico y profesional vinculado a la energía solar fotovoltaica y energía solar térmica, ¿qué desafíos se presentan en este tipo de gestión?
Una de nuestras grandes tareas es generar habilidades emprendedoras en México. Sabemos que una cosa es salir con conocimiento de la universidad y otra es entrar al ámbito profesional. En el sector de la energía solar ese pasaje es un gran reto.
Un esfuerzo que está realizando la ANES en particular es trabajar en ese espacio que se hace entre la formación de alta capacidad y la vida real que requiere seguridad y certeza. De ahí es que, como asociación nacional, promovemos cursos para que las personas se certifiquen en competencias laborales.
Además, estamos colaborando con el área de Contenido Nacional de la Secretaría de Economía, que son quienes detonan las cadenas de valor productivas, para encontrar estratégicas para que los sectores energéticos en general den la importancia de incluir personal mexicano y producción de la industria local.
Desde su análisis, ¿cuál sería el balance perfecto para que conviva la industria solar local con las empresas extranjeras de energías renovables que importan productos a México?
Cuando la tecnología extranjera inunda cualquier mercado y lo sorprende sin la regulación oportuna, se puede entrar en una especie de dumping donde se vende cualquier producto, se lo compra solo por abaratar precio y se realizan instalaciones defectuosas.
Creo que la respuesta está en la transición. Hay que tomar las mejores prácticas del mundo, generar estándares de calidad y hacer normas mexicanas que permitan importar sin problemas equipos que sí nos sirvan.
Efectivamente, tenemos que fortalecer nuestras capacidades internas y mientras más contenido nacional tengamos creo que es mejor. Pero hay que cuidar que la producción local sea de calidad. Ahí estará el elemento diferenciador.
¿Qué nuevos horizontes de empleabilidad identifican localmente?
Creemos que pueden emplearse no sólo en el sector energético sino en cualquier área del sector industrial como expertos en energía.
Hoy, no hay industria sin energía. Si en esos espacios, de cualquier industria, las empresas tienen ingenieros especializados en energías renovables, van a poder abrir los ojos a un mundo distinto.
Estamos buscando, a través de iniciativas como Solar PayBack, posicionar la importancia de la industria en otras industrias para transversalizar el tema energético.
¿En este sector identifican más oportunidades de exportar productos, servicios y capital humano mexicano?
Sin duda. Es un muy buen momento para que las emprendedoras y emprendedores mexicanas/os veamos una gran oportunidad en la exportación de productos, servicios y talento mexicano.
La fuga de cerebros no es tal. La gente no se fuga. Y aquí recupero algo que aprendí fuera de México: en Singapur, el servicio civil de carrera forma muchos singapurenses y no te amarran para que te quedes. Su filosofía es que “un singapurense capacitado es un mejor singapurense en el mundo”. De alguna forma, creo que es una buena lógica.
Porqué no impulsar que en México haya profesionales mejor capacitados y que impacten positivamente la industria local y extranjera. El talento es nuestro mejor activo.
Hay que entender que vivimos en un mundo globalizado y entre más nos formemos pensando en esa globalización, vamos a poder integrarnos mejor.
ANES también impulsa Encuentro Solar, ¿cómo surgió la iniciativa?
La Asociación Nacional de Energía Solar impulsa desde hace más de 40 años distintas iniciativas de diálogo y debate entre profesionales del sector.
Tratando de suplir nuestros encuentros presenciales -que debimos suspender como prevención a contagios de coronavirus- es que se ideó Encuentro Solar.
¿Qué particularidades tiene?
Ya no es una persona dando una charla, sino que tenemos distintos invitados que tratan temáticas específicas en la que tienen amplio conocimiento. Específicamente, el programa consiste en 4 expertos exponiendo durante 9 minutos el tema de su expertise, luego intercambian sus puntos de vista y responden preguntas del público asistente y finalmente se abren salones de networking para el contacto directo entre asistentes y expositores.