Ayer se llevó a cabo un seminario producido por Pemer, titulado «Nuevos mercados, el hidrógeno y nuevas tecnologías I».
Una de las ponencias más destacadas fue la de Max Correa, jefe de la División de Combustibles y Nuevos Energéticos del Ministerio de Energía de Chile.
“Queremos ser capaces de producir hidrógeno verde a menos de 1,5 dólares el kilo, porque con ese costo podremos ganarle al diésel y al hidrógeno gris”, soltó el funcionario, quien dio precisiones sobre las últimas novedades de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde que está llevando a cabo el país.
Cabe recordar que esta política fue anunciada por el Gobierno chileno a fines del año pasado y tiene como horizonte lograr producir 25 GW de hidrógeno verde (generado con renovables) al 2030.
A un precio de 1,5 dólares el kilo, este combustible elaborado a base de agua logrará instalarse para diversos usos y aplicaciones en áreas clave como la industria, el sector energético y el transporte.
Correa puntualizó que la Estrategia se está enfocando sobre tres etapas. La primera es identificar seis nichos donde poder empezar a aplicarse con prontitud. Estos son: las refinerías, el amoníaco, camiones mineros, camiones pesados de ruta, buses de larga distancia y la inyección de un 20% de hidrógeno verde en redes de gas.
Las otras dos etapas corresponden, a, por un lado, la exportación de amoníaco verde; por otro, la exportación de hidrógeno verde (donde también se incluye el metanol verde y combustibles sintéticos).
“De acá al año 2050 podríamos tener exportaciones valorizadas en 33.000 millones de dólares, lo que se asemejaría al tamaño que hoy tiene la industria minera en Chile”, destacó el joven funcionario del Ministerio de Energía, al tiempo que precisó que buena parte de esos envíos irán a parar a Japón, Corea y Europa.
Pero Correa advirtió que este objetivo se cumplirá si se establecen cuatro prioridades: regulación y permisos; financiamiento e incentivos; demanda doméstica e internacional; y desarrollo local.
Respecto a la primera, (regulación y permisos) el funcionario explicó que los objetivos serán dos: reducir la incertidumbre en el mercado para que los privados se animen a invertir; y reducir la complejidad para el desarrollo de nuevos proyectos.
El jefe de la División de Combustibles y Nuevos Energéticos del Ministerio de Energía, explicó que se está desarrollando una regulación de manera rápida para dar lugar a la proliferación de proyectos. “Tenemos una meta que cumplir al 2025 (5 GW de hidrógeno verde) y 2025 es mañana”, indicó.
Contó que han realizado un cronograma para mantener a raya el objetivo. “Llegamos a establecer que podemos demorarnos menos de la mitad del tiempo en tener el reglamento final de hidrógeno. Y esperamos tenerlo listo y mandarlo a Contraloría a fines de este año”, adelantó.
Por otra parte, como ya anunció oportunamente el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, el Gobierno ingresará una Ley de Hidrógeno Verde al Congreso para incluir este fluido a la red de gas natural. “Es un proyecto que queremos lazar muy pronto y estamos trabajando con la CNE (Comisión Nacional de Energía) en su elaboración”, detalló Correa.
Asimismo, comentó que están trabajando en una mesa técnica con el Ministerio de Hacienda, donde se elaborará un informe (estaría listo a mediados del 2022) que evalúe mecanismos económicos y tributarios para acelerar la transición energética hacia la carbono neutralidad. “Aumentar el impuesto al carbono obviamente que ayudaría a que todo esto se desarrolle mucho más rápido”, sopesó el funcionario.
Financiamiento para mayor competitividad
En cuanto al factor de financiamiento e incentivos para el desarrollo de este combustible producido a base de agua, Correa destacó dos puntos: reducir brechas de costos para impulsar su producción y promover el impulso de proyectos tempranos.
“Estamos hablando con distintos bancos de desarrollo y bancos internacionales para ver cómo podemos obtener garantías, prestamos, financiamiento concesionado o blando, para poder contar con recursos baratos para el financiamiento de proyectos”, confió el jefe de la División de Combustibles y Nuevos Energéticos del Ministerio de Energía.
Por otra parte, adelantó que en marzo estarán disponibles las bases del fondo por 50 millones de dólares para apoyar a la industria. “Tendrá el carácter de subsidios para proyectos tempranos que tengan una clara proyección, reducción de costos y gran tamaño, porque queremos que los proyectos se desarrollen en Chile lo antes posibles”, informó.
Demanda
Para que haya oferta se debe crear también la demanda, observó Correa. Para ello, explicó que se están promoviendo líneas de incentivo para el consumo de hidrógeno verde en la actividad minera, generando acuerdos público-privado, desarrollando un plan de transición con ENAP para utilizar hidrógeno verde en refinerías y apalancamiento de capacidades e infraestructura existentes.
También se están estableciendo modelos de importación y exportación que permitan captar la actual demanda internacional de hidrógeno actual. “No nos queremos quedar fuera de la cuota de mercado que podemos obtener”, enfatizó el funcionario y anticipó: “ya tenemos conversaciones iniciadas con Alemania, los Países Bajos, Corea, Japón”.
Desarrollo local
“Nosotros queremos que esto genere y produzca mucho valor en nuestro país”, resaltó Correa en cuanto al desarrollo de toda la actividad que promete el hidrógeno verde.
Y adelantó: “Tenemos una serie de estudios ya financiados para este año, gracias al apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para entender cuáles son los requerimientos e infraestructura de capital humano; los expertos que se van a requerir; cómo se tienen que transformar los distintos componentes de la cadena de valor; qué tiene que suceder en Magallanes (sur) y en el norte de Chile para que se creen la cadena de valor y un círculo virtuoso de poder desarrollar los proyectos en el país”.