El martes 19 de enero, los empresarios nucleados en Ser Colombia enviaron una carta a Diego Mesa, Ministro de Minas y Energía, con 12 puntos que toman posición sobre las condiciones de la reciente subasta anunciada por el Gobierno que promete continuidad en el crecimiento de las energías limpias en el país.

Respecto a mejoras, Ser Colombia introduce que «pretender hacer una mezcla de tecnologías convencionales y no convencionales va en contra de la diversificación de la matriz energética que tanto necesita el país y que debe ser prioridad del gobierno para garantizar la confiabilidad del sistema en el largo plazo y la consecución de los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero».

En tanto, sus socios consideraron ante Diego Mesa que «una subasta neutral en la que compitan las renovables convencionales y no convencionales incrementa el riesgo de sobre capacidad en una o pocas tecnologías y resta capacidad de decisión al gobierno sobre el crecimiento de la matriz».

A modo de diagnóstico, la carta explica al ministro que «la ejecución de nuevos proyectos no necesariamente conduce a un exceso de oferta, pues nuestra matriz eléctrica cuenta con un porcentaje importante de plantas costosas que no han competido históricamente en el mercado de contratos, (oferta altamente inelástica) además que como es lógico, se espera que la demanda de energía siga creciendo en el futuro».

Sostienen la idea a partir que «esta sería una subasta de energía y no de capacidad como si lo es la de cargo por confiabilidad».

Y agregan que «un análisis de la contratación bilateral, con base en estadísticas de XM, muestra, por ejemplo, que para el año 2022, para cubrir una demanda de cerca de 208 GW-h día, hay disponibles hoy aproximadamente 162 GW-h, es decir hay un espacio de contratación de alrededor 46 GW-h. Para los años siguientes el monto no cubierto para contratos aumenta. Estos espacios pueden ser cubiertos por la subasta propuesta con fuentes de energía renovables no convencionales sin afectar la oferta de las plantas existentes».

«Si bien consideramos importante la gestión y atención que debe darse para que los proyectos adjudicados en la anterior subasta se materialicen, creemos que ello no es razón para excluir nuevos proyectos en el futuro. De hecho, los proyectos adjudicar en la subasta de 2021 se construirán en 2023 y 24, tiempo más que suficiente para que los actuales ya estén conectados a la red», plantean en Ser Colombia.

Respecto a plazos, el gremio empresario señala que «no solo se debe anunciar una subasta para el 2021, sino que es recomendable tener un calendario de subastas a realizar de manera anual para dar claras señales de continuidad y visibilidad y estabilidad a los inversionistas. Esto ya se hace en países como Francia, España, Italia o Alemania».

También solicitaron a Mesa actualizar el marco contractual: «Creemos, desde luego, que se debe continuar con el proceso de adecuación regulatoria que juiciosamente ha venido trabajando el Ministerio y la CREG, con lo cual tendremos mejores condiciones para que en el futuro estas tecnologías se introduzcan mediante los mecanismos de contratación que se viene analizando por parte del regulador».

Contratos en dólares

En su carta al Ministro Mesa, los empresarios renovables apuntaron que «en cuanto a la moneda de la subasta, se considera que una ejecución en dólares atraería mecanismos de financiamiento más variados y competitivos, toda vez que una gran parte de los insumos necesarios para construir y operar estos proyectos se cotizan en esta divisa, lo cual se reflejaría en mejores precios en la subasta».

Y en cuánto a la fecha de entrada en operación comercial (COD), «si se amplía, podrían tenerse un mayor número de proyectos en competencia».

Mercado regulado y no regulado

Germán Corredor, vocero de Ser Colombia, explicó al Ministro que «la obligatoriedad de la demanda en la subasta de octubre fue uno de los aspectos que hizo posible la subasta. El oportuno involucramiento del gobierno en el establecimiento de las reglas y procedimientos para la ejecución fue determinante en la amplia participación de oferentes y demandantes del mercado. Tan importante es incentivar a la oferta como incentivar a la demanda para que se logren los objetivos propuestos y la subasta resulte exitosa».

Siguiendo la idea, recomendó que «la subasta debe permitir la participación tanto del mercado no regulado como del regulado y según el plan de desarrollo (Ley 1955 de 2019) deberá mantener el mismo espíritu, así como considerar proyectos con FPO hasta el 2024. En todo caso esperamos que se dé una amplia discusión sobre el tema para lograr un producto óptimo tanto para generadores como para consumidores».

Mejoras impositivas

Corredor también sugiere que «sería muy importante establecer, previo a esta subasta, condiciones de igualdad frente a los incentivos que otorga la Ley 1715, tanto en el tema de IVA para productos nacionales como en los beneficios de renta para empresas nuevas frente a las incumbentes . Estas condiciones harían posible una mejor competitividad de muchos proyectos que están en la fase de desarrollo en el país».

Cumplir los compromisos

Corredor sostuvo ante Mesa que «el Compromiso del Gobierno Nacional para reducir en 51% la emisión de GEI para el año 2030, solo será posible con un cambio real e importante en este período en la matriz energética, tanto en la generación de electricidad como en el transporte, mediante la utilización de fuentes renovables de energía y la electrificación del parque automotor».