El Directorio de la petrolera YPF modificó aspectos de su propuesta original referida al canje de deuda de la compañía, por un total aproximado a los 6.600 millones de dólares, formulada hace poco más de dos semanas.
Las modificaciones, se indicó, principalmente buscan “fortalecer la estructura de garantías del bono respaldado con flujo de exportaciones con vencimiento en 2026, y atender la preocupación de los inversores sobre la inexistencia de flujos durante los próximos dos años”.
Al respecto se explicó que “a partir de las sugerencias presentadas por los inversores sobre la oferta de canje el Directorio aprobó ciertas modificaciones para hacer más atractiva la propuesta”, al tiempo que se dispuso extender el vencimiento final de la oferta al 5 de febrero, “siendo válidas estas nuevas condiciones para aquellos inversores que ya han ingresado sus bonos al canje como para todos aquellos que deseen hacerlo hasta la fecha de vencimiento final”.
La compañía decidió reforzar la estructura de garantías del bono 2026 por medio del ofrecimiento de una prenda en primer grado sobre acciones de su subsidiaria YPF Luz, la desarrolladora y operadora de plantas de generación de energía eléctrica renovable y térmica del país.
Respecto al flujo de intereses durante los próximos años, la compañía incorporó el pago de cupones en los tres nuevos bonos a tasas del 4% para el 2026, del 2,5% para el 2029 y del 1,5% para el 2033.
Además, se resolvió ahora que para incrementar el valor económico de la propuesta de canje, la compañía incrementa la tasa de interés de los nuevos bonos 2026 y 2029 del 8,5% al 9%, aplicables desde enero de 2023. Por otro lado, también modificó las estructuras de amortización de los nuevos bonos 2026 y 2029 para acortar la vida promedio, entre otras.
Estos cambios, se indicó, se suman al ya introducido el 14 de enero por el cual la compañía modificó las características de las mayorías necesarias para proceder con el cambio de los términos y condiciones no económicos de los bonos viejos, pasando a requerir mayoría absoluta de tenedores de cada serie.
Desde la compañía se considera que estas decisiones “reflejan la visión de YPF en cuanto a su diálogo con el mercado habiendo respondido a la mayoría de las inquietudes planteadas por los inversores, dentro de las posibilidades que tiene la empresa por la difícil situación financiera que atraviesa”.
Esto último lo explica como resultado de los impactos que generó la pandemia (COVID-19) “que agravaron una situación de declino de la producción de gas y petróleo que la compañía arrastraba de años anteriores”.
La petrolera no logró avances significativos entre los acreedores con su primera propuesta para la reestructuración de la deuda referida.
YPF buscará refinanciar 413 millones de dólares por el capital residual del bono internacional con vencimiento el 23 de marzo próximo, a fin de cumplir con la normativa vigente del BCRA para endeudamientos cuyo capital tiene vencimiento antes del 31 de marzo de 2021.
En segundo lugar, se decidió ofrecer, simultáneamente, una propuesta de refinanciación de las cuotas de interés y capital a vencer durante 2021 y 2022 a los tenedores de prácticamente todos los bonos internacionales emitidos por la compañía, cuyo capital pendiente de pago suma un saldo total en circulación de aproximadamente U$ 6.200 millones.
En su estructuración la oferta contempla la emisión de 3 nuevos títulos de deuda: un bono con vencimiento en 2026 respaldado por el flujo de cobranza de exportaciones y otros dos títulos, con vencimiento en 2029 y 2033, sin respaldo de exportaciones. En todos los casos se trata de títulos amortizables, que empiezan a pagar interés a partir de 2023.
La oferta no contempla ningún tipo de quita de capital ni de intereses y resulta, según las estimaciones de la compañía, en una alternativa mutuamente conveniente para YPF y sus inversores.
YPF, energética de mayoría accionaria estatal (51%), impulsa esta refinanciación de su deuda con el objetivo de generar las condiciones para promover un plan de inversiones que permita revertir la tendencia negativa en la producción de petróleo y gas que presenta el país.
En las dos últimas semanas la empresa registró dos definiciones de importancia para los inversores en YPF: La renuncia de su presidente Guillermo Nielsen y la nominación para ése cargo de Pablo González, actual diputado nacional, ex senador, y ex vicegobernador de Santa Cruz (2015-2019), y la desmentida por parte del ministro de Economía, Martín Guzmán, a versiones que especularon con la presunta intención del gobierno de avanzar con la estatización total de la compañía.