“Desde subastas de energías renovables en países como Colombia, la adquisición de la empresa privada de energía renovable más grande de México e importantes empresas de transmisión y distribución en Brasil y Chile, nuestro informe desvela esta faceta nueva y menos conocida de las conexiones económicas y financieras de China en Latinoamérica y el Caribe (LAC)”, introdujeron desde el Instituto de las Américas (IOA). 

El informe al que hacen referencia es su publicación denominada “China Stakes Its Claim in Latin American Energy: What It Means for the Region the U.S. and Beijing”. En él se comparten las transacciones y números más importantes de las finanzas energéticas de China en esta atractiva región. 

“Según la base de datos de China Global Energy Finance en la Universidad de Boston, el país comprometió $ 58,4 mil millones para el sector energético de LAC entre 2000 y 2019”.

“Del total, el 83% se destinó a proyectos de petróleo y gas natural, el 12,8% a energía hidroeléctrica, el 2,2% a energía solar, 1,5% a «sin especificar» y menos del 1% a carbón, viento y biomasa combinados”, precisan desde el IOA. 

Sobre dicho informe, autoridades de la Iniciativa de Transición Energética del Instituto de las Américas destacaron en su análisis las apuestas por China sobre el sector de las energías renovables. 

“China está proporcionando a los países de América Latina y el Caribe algunas de las tecnologías más avanzadas del mundo, sistemas de energía solar y eólica, a precios altamente competitivos, obteniendo así una ventaja sobre otros competidores internacionales”, destacaron autoridades del IOA.

Durante el evento lanzamiento de dicho informe, Cecilia Aguillón, actual directora de la Iniciativa de Transición Energética del Instituto de las Américas señaló que un factor clave en el último tiempo fue la participación no sólo de fabricantes y contratistas chinos sino también de bancos.

“Algo realmente interesante sucedió en Colombia. No sólo porque en la subasta colombiana arrojó precios bajos en comparación con muchas convocatorias de la región, lo más sorprendente tal vez es que haya sido en moneda local y no en dólares estadounidenses, lo que usualmente obtiene la confianza de los inversionistas”, señaló la referente de IOA en Latinoamérica y el Caribe. 

En este caso, la propuesta arriesgada resultó y habría merecido la atención de distintos actores chinos. De acuerdo con Aguillón, cobraron mayor peso los beneficios adicionales que podrían significar para la economía china. 

“Incluso en países con altos riesgos cambiarios, como Argentina y Colombia, el Banco de Desarrollo de China proporcionó financiamiento para proyectos renovables”.

“En Argentina, por ejemplo, el Exim Bank of China financió el 85% de una planta solar de 390 millones de dólares en 2019”, se advirtió en el informe.

Por otro lado, es necesario resaltar que China no fue ajeno al segmento de los combustibles:

 “Como el mayor consumidor de petróleo del mundo, también son dignos de mención los esfuerzos de China para asegurar el suministro en mercados clave como Venezuela, Ecuador y Brasil”. 

“Los enormes préstamos e inversiones de China en la zona petrolera y los acuerdos con las compañías petroleras nacionales (NOC) de estas naciones han sido bien documentados. Más recientemente, un importante descubrimiento de petróleo en la costa de Guyana contó con una NOC china como parte del consorcio, lo que subraya el continuo interés de China en proyectos petroleros clave”, precisaron desde el IOA.