Una severa crisis energética se está desarrollando desde el lunes en los estados del centro y sur de Estados Unidos. Las temperaturas bajo cero afectan el funcionamiento de los parques de generación eléctrica e imposibilitan la producción de hidrocarburos. Texas es el estado más golpeado: enfrenta una crisis de abastecimiento eléctrico sin precedentes. La producción de hidrocarburos se desplomó hasta los mínimos registrados a inicios de la declaración de la pandemia de la Covid-19.
La crisis también repercute en México. Los envíos de gas desde Texas disminuyeron por problemas con los gasoductos y las usinas térmicas se quedaron sin fluido. La situación derivó en cortes de luz que el lunes afectaron a casi cinco millones de personas en el norte del país.
Frío polar y alta demanda de energía
Estados Unidos registra temperaturas inusuales y récord desde el último fin de semana. Un sistema de alta presión proveniente del círculo polar ártico generó las condiciones de formación de una tormenta invernal que está abarcando la mayor parte del país, con las temperaturas más bajas registradas en la región central y sur. El Servicio Meteorológico Nacional informó el lunes que al menos 150 millones de ciudadanos se encontraban bajo nieve o avisos de precaución.
Ciudades en Texas, Oklahoma, Arkansas, Louisiana y Kansas registraron temperaturas históricas, la mayoría muy por debajo de 0°C. Producto del frío creció la demanda de energía y los precios internos reaccionaron con grandes alzas. El domingo en Texas se estableció un nuevo récord histórico de 69.150 MW de demanda eléctrica. ERCOT, la operadora independiente de la red de transmisión en el estado, había previsto un pico de demanda estacional de 57.699 MW, con un escenario “de demanda extrema” de 67.208. La realidad superó todas las estimaciones.
“Pozos congelados”
Las temperaturas extremadamente bajas impactaron de lleno en los niveles de extracción de petróleo y de gas. Entre el lunes y el martes la producción de crudo en todo el país se redujo en 3.5 millones de barriles diarios, casi un tercio de la producción normal. El Departamento de Energía informó que el golpe a la producción de gas en la región central sur implica una reducción del 7% de la producción nacional.
Lo mismo ocurre con las refinadoras de crudo, impactando en el 19% de la capacidad nacional. No se registraban semejantes caídas desde los inicios de la pandemia y las restricciones impuestas a la actividad económica por motivos sanitarios.
La operación en los pozos de gas y de petróleo se tornó imposible. “Nuestros proveedores de gas natural están experimentando congelamiento en pozos de gas debido a la duración del frío extremo”, explicaba Texas Gas Service en una nota a sus clientes. Las temperaturas son tan bajas que congelan el petróleo y el gas líquidos en la cabeza de los pozos y en los gasoductos sobre el terreno. La nieve también dificulta el acceso y la escasez de energía eléctrica impide bombear el gas a tierra. Los equipos tampoco están preparados para operar en condiciones tan excepcionales.
La producción nacional se vio particularmente afectada por la situación en Texas, que concentra el 20% de la producción de gas y el 40% de petróleo. S&P Global Platts estimó que la producción de gas cayó el lunes a un nivel de entre 12 y 17 mil millones de pies cúbicos diarios, cuando la producción era de 24 mil millones diarios a principios de mes. Por el lado del petróleo, la producción de shale oil en la formación Permian (el principal reservorio productor de EE.UU.) se desplomó hasta un 65%, según informó la agencia Bloomberg.
Con la caída de la producción y temiendo que las usinas termoeléctricas agoten sus stocks de gas desde el gobierno de Texas pidieron a las terminales de gas natural licuado reducir sus operaciones hasta que se normalice la situación. Esa solicitud (la primera en la historia del estado) es sintomática de los problemas de abastecimiento que existen: los flujos de gas hacia las terminales exportadoras ya habían sido recortados por la mitad en los siete días previos, debido a dificultades técnicas provocadas por el frío.
Colapso en la generación de electricidad
No hay dudas de que el foco de mayor atención de las autoridades federales esta puesto en las dificultades para restituir y garantizar el servicio eléctrico a millones de estadounidenses. La particularidad del problema es que Estados Unidos esta dividida en varias áreas de transmisión, poco interconectadas entre sí. Southwest Power Pool (SPP), que opera completamente en Kansas y Oklahoma y en partes de otros 12 estados en el centro del país (la región más golpeada por la tormenta en estos días), tuvo que ordenar cortes rotativos del servicio el lunes y el martes por falta de generación eléctrica.
Sin embargo, la situación sigue siendo absolutamente crítica en Texas, con más de 2.800.000 clientes sin servicio en la madrugada de este miércoles. ERCOT, que monopoliza el 90% de la transmisión eléctrica en el estado, lleva pidiendo a las distribuidoras interrupciones rotativas del servicio desde el lunes a la madrugada. El problema central también esta en el parque generador, aunque es mucho más severo que en SPP. En el peor momento del lunes, ERCOT registró 34 GW de capacidad de generación fuera de servicio, sobre un parque total de algo más de 80 GW instalados. Ayer informó que el déficit de generación se redujo a 31 GW.
El parque térmico de gas, que representa la mitad de todo el parque de generación, presenta los mayores problemas, con dificultades técnicas para habilitar la llegada del fluido a través de los gasoductos. Por otro lado, el parque eólico tampoco respondió al nivel de generación previsto: casi la mitad de los aerogeneradores no pudieron funcionar debido al congelamiento de las aspas. Como el frío hace difícil el restablecimiento rápido del parque generador y la capacidad para importar electricidad desde otras áreas es cercana a nula, el operador de la red no tuvo otra opción que seguir desprendiendo carga a lo largo de estos días, incrementando el número y la duración de los cortes de luz.
Otro elemento que conspiró en contra de ERCOT es el diseño mismo del mercado eléctrico local, en el que se paga a los generadores solo cuando producen y no por estar disponibles para hacerlo. Esto lleva a que la red disponga de márgenes de reserva estructuralmente bajos, una característica que se transformó en un problema en este episodio climático.
La entrada Claves de la crisis energética en EE.UU.: millones sin electricidad y yacimientos paralizados por el frío se publicó primero en EconoJournal.
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