La Secretaría de Energía de la Nación puso en marcha un plan de quince millones de dólares con el objetivo de resolver el problema de abastecimiento eléctrico en el sur del país. Esto ahorraría costos millonarios que pueden alcanzar los USD 300.000.000.
La obra trata de restaurar operativamente la línea de transmisión desde Futaleufú hasta Puerto Madryn, dado que a mitad del año pasado se destruyeron más de cincuenta torres de líneas de alta tensión (colapsaron casi el total de ellas) debido al “efecto galloping”, consecuencia de las grandes nevadas y vientos constantes que se registran en la Patagonia.
Esto evitó la inyección de Futaleufú de la generación hidroeléctrica sobre las líneas de 330 kV a su principal consumidor en Puerto Madryn y se debió reemplazar dicha generación renovable por energía proveniente de centrales térmicas, que utilizan mayoría de combustibles fósiles.
Según el comunicado que brindó la Secretaría de Energía, “la obra recuperará la capacidad de transporte, brindará estabilidad en la provisión del servicio a gran parte de la Patagonia, e incrementará la capacidad de generación disponible”.
Esta problemática se suma a la dificultad para despachar energía eólica del sur por problemas de congestión en las redes de transporte. Sin embargo, cabe destacar que se respeta la prioridad de despacho de energía proveniente de fuentes renovables salvo que ponga en riesgo la operatividad del sistema. En ese caso se restringe esa operación por algunas horas.
De todas maneras, este inconveniente de la congestión en el sur se da también por la falta de capacidad de transporte, debido a que existen transformadores saturados, además de que no se realizaron líneas de transmisión ni se instalaron algunos transformadores. Y Como consecuencia se generan provoca cuellos de botella de inyección de potencia por parte de las renovables.
Por ejemplo, días atrás Carlos Pereyra, Director Ejecutivo de la Agencia de Inversiones de Neuquén, comentó en una entrevista a Energía Estratégica que desde el sur tienen el inconveniente del embudo que se produce en Bahía Blanca.
Otras de las alternativas a la resolución del problema surge a través de la puesta en escena de la demanda local y el desarrollo en la misma región, ya que a menudo la oferta de energía está en diferente sitio a la demanda de la misma.
Por otra parte, especialistas también proponen la iniciativa de construcción de más líneas de transmisión. Y de hecho hacen hincapié en que tiempo se cancelaron proyectos de construcción de aproximadamente 3000 kilómetros de líneas por la situación macroeconómica que atravesó el país.
Esto significó que, tras licitaciones de proyectos renovables, se excedieron los límites de lo que podía transportarse, y al no concretarse la obra pública, entonces muchos proyectos quedaron cancelados.
El propio Carlos Pereyra afirmó que “con una inversión en líneas, podría abrirse más la posibilidad de atraer nuevas inversiones en energía”.