Los apagones que se dieron a mitad de febrero pusieron en duda la diversificación de la matriz energética en México, la infraestructura de transmisión y la dependencia que posee el país, principalmente en el norte, acerca del suministro de gas y la volatilidad de los precios. 

Cabe recordar que varios especialistas apuntaron que estos cortes de electricidad fueron programados por el Centro Nacional de Control de Energía bajo un proceso denominado como “tirar cargas”, debido a que se imposibilitó el paso de gas natural de Texas a México y que, ante la escasez, se realizaron para mantener la estabilidad. 

José Félix Arroyo Woessner, consultor independiente en energías renovables, mencionó que “con ello quedó de manifiesto lo endeble del sistema aislado que, en su afán de permanecer autónomo, no se ha interconectado al resto del sistema”, más allá que esta situación también se ponga en evidencia aún más las consecuencias del cambio climático. 

Ante la pregunta de si este hecho puede ser una oportunidad para el desarrollo de las renovables, el especialista respondió afirmativamente: “Es una buena chance para que la energía renovable pueda demostrar que es una fuente confiable y diversificada y que regulatoriamente necesita un sustento mucho más amplio que vaya más allá de un despacho preferente hacia una u otra fuente”. 

“Sin embargo, también vimos que esta administración utiliza esta crisis para tratar de posicionar su agenda, como lo hizo en el apagón del 28 de diciembre”, agregó. 

Con ello se refiere a que en aquel entonces la Comisión Federal de Electricidad (CFE) culpó a las fuentes renovables por fallas en el sistema eléctrico que afectó a más de diez millones de usuarios

Arroyo Woessner también lo relaciona con la reforma a la Ley de Industria Eléctrica que el Ejecutivo Federal presentó ante el Congreso como iniciativa preferente, es decir, a tratarse en un plazo menor a sesenta días. 

“El diagnóstico ha sido correcto hasta cierto punto, el decir que hace falta reforzar la infraestructura de transmisión donde CFE es monopolio, pero creo que la solución que se da no es la más eficiente, es incompleta. No se puede ir en contra de la rentabilidad”. 

“Creo que hay demanda, porque crece año a año, pero ese crecimiento debe ir soportado de una inversión fuerte, robusta en el sistema eléctrico. Y hace falta regulación para fortalecer el sistema eléctrico”, explicó. 

En cuanto al avance de la diversificación de la matriz y las energías limpias, el consultor independiente tiene la postura de que “el progreso se ha desacelerado, si se crea un panorama de incertidumbre para la inversión privada, no habrá de donde echar mano de recursos que permitan continuar con el avance de la diversificación”. .

“Entonces en lugar de a la inversión privada como una amenaza a la soberanía existen mecanismos para regular y fortalecer las finanzas de las empresas productivas del estado para que modernicen sus propios parques de generación y que puedan entrar primero, tal como lo pretenden hacer ahora, pero bajo un criterio económico”, argumentó.