Chile es uno de los países de la región latinoamericana que más energías renovables no convencionales ha incorporado a su oferta eléctrica. De acuerdo al último reporte mensual de la Comisión Nacional de Energía (CNE), publicado en febrero pasado, la potencia instalada neta de estas fuentes alcanzan los 6.639 MW, lo que representa un 26,4% de la matriz eléctrica.
En una entrevista exclusiva para Energía Estratégica Francisco López, Subsecretario de Energía de Chile, comenta cuáles son los próximos pasos del Gobierno para continuar incorporando energías limpias.
¿Cuáles considera que serán los principales temas que se abordarán durante este año en materia de energías renovables en Chile?
En Chile estamos comprometidos con alcanzar la Carbono Neutralidad al 2050: uno de nuestros pilares fundamentales es incorporación de energías renovables.
Durante este año, seguiremos impulsando su desarrollo para que todos puedan beneficiarse de las grandes oportunidades que nos entregan estas fuentes de energía, ya sea por su generación a gran escala o de manera distribuida, y con una mayor cercanía a la ciudadanía.
Dentro de los temas relevantes que abordaremos este 2021, quisiera destacar los avances en la Estrategia de Flexibilidad, lanzada el año pasado, que permitirá modernizar el sector incentivando el desarrollo de tecnologías más flexibles.
Segundo, fortaleceremos nuestra red de transmisión mediante el desarrollo de la Planificación Energética de Largo Plazo, insumo esencial en la planificación anual de la transmisión.
Tercero, la entrada en operación de proyectos que en suma incorporarán más de 5.500 MW de energías renovables al sistema.
Cuarto, la licitación de la obra de transmisión Kimal – Lo Aguirre, infraestructura esencial para avanzar en el plan de descarbonización.
Por último, con respecto al desarrollo a nivel distribuido, se mantendrán y ejecutarán los programas para su impulso en viviendas y empresas, mediante los programa Mi Casa Solar y Ponle Energía.
Respecto a la Ley de Portabilidad Eléctrica, ¿podrá tratarse y aprobarse este año?
El proyecto de Ley de Portabilidad es el primer paso necesario en la reforma de la distribución porque genera un cambio estructural en el mercado, al separar la actividad monopólica en el desarrollo de redes, de la comercialización de la energía a usuarios finales.
Buscamos que la mayor competencia en el sector favorezca la innovación, introducción de nuevas tecnologías y productos en beneficio de las personas. En términos generales, esperamos que este proyecto de ley tenga un efecto similar al de la ley de portabilidad numérica en el ámbito de la telefonía móvil, que ha beneficiado a miles de chilenos y chilenas.
Durante marzo esperamos comenzar a discutir los detalles del proyecto, y entendiendo que esta iniciativa es el elemento fundamental con el cual se inicia la reforma, esperamos poder terminarlo durante el primer semestre y así seguir avanzando con el resto de las modificaciones necesarias.
¿Qué expectativas tiene sobre la Licitación de Suministro que se desarrollará este año, en cuanto a ofertas de proyectos y precios?
Tenemos buenas expectativas sobre la licitación de suministro, pues aun cuando ha habido una reducción de la demanda producto de la contingencia sanitaria, sigue existiendo un alto interés en el desarrollo de proyectos renovables, los cuales utilizan estos contratos de suministro para poder financiar su construcción y posterior operación.
Prueba de ello es que las inversiones en el sector eléctrico se han mantenido pese a la crisis, pues tienen un horizonte de largo plazo. Chile sigue siendo muy atractivo para la inversión, no sólo por sus recursos energéticos, sino también por su regulación e institucionalidad estable.
Algunos actores del sector energético opinan que la figura del comercializador (que crea la Ley de Portabilidad) podría afectar la participación de proyectos en la Licitación de Suministro 2021. Explican que un buen volumen de clientes regulados podría migrar de la compra de energía de las distribuidoras al de los Comercializadores, seducidos por mejores precios o mejor servicio.
Si bien eso es positivo para el mercado, lo negativo es que las distribuidoras, por necesitar menos energía, podrían dejar de consumir lo comprometido en Licitaciones de Suministro pasadas. ¿Se está analizando ese tema?
Es muy relevante compatibilizar la figura del comercializador y las licitaciones de suministro. Por ello, el proyecto de ley considera una serie de modificaciones en ese sentido, con modalidades en distintos horizontes, mecanismos de pago y formas de despacho.
Finalmente, ¿cómo se está trabajando sobre el tema de flexibilización del sistema, entendiendo que para el año que viene un 35% de la matriz chilena se conformaría de fuentes eólica y solar fotovoltaica?
En septiembre de 2020, el Ministerio de Energía publicó la Estrategia de Flexibilidad, cuyo objetivo es definir acciones para disponer de señales de mercado y procesos, que permitan el desarrollo y la utilización de la flexibilidad requerida en el Sistema Eléctrico Nacional, para que éste se desarrolle de forma segura, eficiente y sostenible.
¿Qué acciones concretas se definirán este año para resistir a la variabilidad que generan estas tecnologías?
La estrategia está estructurada en 3 ejes de acción:
1) Diseño de mercado para el desarrollo de un sistema flexible;
2) Marco regulatorio para sistemas de almacenamiento y nuevas tecnologías flexibles;
3) Operación flexible del sistema.
Nuestro Ministerio ha estado trabajando en la implementación y seguimiento de las acciones establecidas en la Estrategia de Flexibilidad. En particular, el último trimestre del 2020 comenzó la elaboración de un nuevo reglamento de potencia, a través de un trabajo participativo con los actores de la industria a efectos de discutir, analizar y proponer las mejores alternativas para una adecuada regulación en las materias asociadas al tratamiento del mercado de la potencia en el Sistema Eléctrico Nacional.
Durante este año, se avanzará con esta iniciativa regulatoria, tendiente a perfeccionar el mecanismo de potencia de suficiencia, y establecer señales de mercado de largo plazo, que permitan incentivar la inversión en tecnologías que aporten flexibilidad al sistema eléctrico.
Todo esto busca seguir posicionando a Chile como un lugar atractivo para el desarrollo de las energías renovables, que van en directo beneficio de nuestra población.