El empresariado está expectante a nuevas convocatorias para proyectos del sector energético en países de Latinoamérica. En Brasil, Chile, Colombia y Ecuador la agenda para este año ya fue trazada y nuevos países van asomándose.

La sorpresa de este año son las licitaciones de almacenamiento que acompañan el crecimiento de las renovables en las redes de transmisión nacionales.

En el caso de Colombia, está licitándose el diseño, construcción, instalación, pruebas, puesta en servicio, operación y mantenimiento del proyecto de almacenamiento de baterías de 50 MW, a emplazarse en la ciudad de Barranquilla.

También está en proceso en Ecuador la licitación que plantea la instalación de 14, 8 MW de generación fotovoltaica con baterías de 40,9 MWh en la isla Santa Cruz (Galápagos).

¿Los proyectos de almacenamiento serán cada vez más requeridos en la región? Para Robert Penaranda, gerente de Desarrollo Solar para Neoen en Ecuador, sí y la industria ya se estaría preparando para eso.

“Creemos que existe una gran oportunidad para las baterías en Latinoamérica. Porque ayuda bastante al reforzamiento de la red, regulación de frecuencia, entre otras cosas para el desarrollo más efectivo de la red”, consideró el referente de Neoen, empresa que ya cuenta con un proyecto con banco de baterías mayor a 300 MW en Australia, y el proyecto de este tipo más grande de Centroamérica.

“Un punto importante son los códigos de red y los criterios de licitaciones, ya que los proyectos fotovoltaicos grandes empiezan a requerir bancos de baterías. Esta complementariedad se hace bastante notoria en las licitaciones de distintos países. Por eso, nuestro interés es profundizar en la región proyectos eólicos y solares junto a bancos de baterías”.

“Yo creo que eso es el futuro: los grandes proyectos solares no van a ser solo energía renovable variable, sino que con las baterías adquieren estabilidad para integrarse a la red y haciéndolas bastante interesantes para desarrollar», agregó Robert Penaranda durante la Cumbre Solar de Latam Future Energy.

Desde la óptica de este empresario, el futuro no es sólo la complementariedad de energías renovables con baterías, también se requeriría tener bancos de baterías independientes. De este modo se podría no sólo utilizar energía barata de las renovables en otros momentos donde el recurso no esté, sino que también estabilizar la red e ir sustituyendo poco a poco centrales térmicas y de carbón.

Vistas aquellas nuevas alternativas que son posibles desarrollar, Neoen fijó lograr 10 GW de capacidad objetivo global en 2025. De aquel total, Robert Penaranda pronosticó conquistar 1 GW en la región. No obstante, también aclaró que su estrategia de negocios es flexible a las realidades de los distintos mercados, por lo que esta cifra podrá ser mayor o menor en los próximos años.

Desde sus oficinas en Argentina, Ecuador, El Salvador y México, Neoen ya esta planificando unos cuántos cientos de megavatios en desarrollos para futuros PPAs.

“Nuestra idea es ir por PPAs, sobretodo mediante licitaciones; pero, no estamos cerrados a trabajar con el sector privado y hacer proyectos para venta de energía a mineras, por ejemplo”.