¿Cómo avanzó la adhesión de Buenos Aires a la Ley Nacional de Generación Distribuida?
La provincia de Buenos Aires directamente no ha avanzado en la adhesión a la Ley Nacional. Hay que decirlo claramente: tanto la Legislatura como el gobierno de Axel Kicillof, no ven a las renovables como una política de Estado.
En el Recinto de la Cámara de Diputados solo se habla de energía cuando se quiere tratar un tema de tarifas. Sabemos muy bien que las renovables, y sobre todo la generación distribuida, tienen una implicancia directa en la composición de la factura eléctrica pero también, y esto es lo importante, que implican un sinfín de beneficios, directos e indirectos, para la sociedad.
Es lamentable el desinterés que demuestra este gobierno en cualquier debate que implique una transformación positiva hacia modelos de producción más sostenibles. Tenemos la oportunidad de poder generar puestos de trabajo, aumentar la producción, bajar costos, diversificar la matriz energética, mitigar los efectos climáticos, entre tantas otras cosas, y esta gestión mira para otro lado.
¿Cuándo cree que resultará tal adhesión?
La provincia va a adherir cuando haya una voluntad política real, y no meramente discursiva, de comenzar a trabajar en estas cuestiones. En la Legislatura, hay muchísimos proyectos que realmente proponen un nuevo rumbo, un nuevo camino de producción y de sostenibilidad y que sin embargo no son tratados ni trabajados. Ideas sobran, pero falta voluntad.
Cuando decimos que necesitamos políticas de Estado, estamos diciendo que necesitamos consensuar políticas en áreas claves para que se consoliden en el largo plazo. Y si hablamos de áreas claves, considero que la energía quizás sea la más importante de todas.
¿Por qué considera que Buenos Aires aún no ha adherido?
Porque no está la voluntad política para hacerlo, porque el tema energético no es una prioridad para este Gobierno. Y esto es un gravísimo error que se está cometiendo y que nosotros, como sociedad, estamos permitiendo. Debemos involucrarnos y reclamar avances en materia renovable, porque no hay ningún otro recurso tan definitivo como la energía para determinar la calidad de vida de las personas.
Si realmente al gobernador le interesaran los sectores más vulnerables, en vez de hablar de tarifas, estaría pensando en democratizar al sector energético y mejorar la generación de este recurso, así se podrían reducir brechas sociales y aliviar económicamente no solo a usuarios sino también a pymes y comercios.
¿Qué rol considera que ocuparía la provincia en la ecuación del sector renovable?
Más allá de que es importante este tema a nivel federal y es valioso que cada provincia se sume, el rol de la provincia de Buenos Aires será fundamental. Allí se concentra el mayor consumo y la mayor producción. Provincia agroindustrial por excelencia, que demanda en torno al 47% de la energía eléctrica generada en todo el territorio nacional y que concentra el 63% de los usuarios industriales de gas.
Incorporar a las renovables en el sector domiciliario e industrial realmente implicará una diferencia notable y creo que le dará la fuerza necesaria al sector para que termine de despegar.
¿Cuáles son sus expectativas a futuro?
Espero que este año realmente podamos dar el paso que falta para para que los bonaerenses tengan la posibilidad de generar energía e inyectarla a la red. Son muchos los años trabajando en este tema y no vamos a aflojar.
Estoy convencida de que hacer realidad este derecho y democratizar la energía, significará una revolución energética para todo el país. El futuro energético inmediato debe ser con las renovables dentro del hogar y estoy segura que lo vamos a lograr.