Ayer, la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA AG) llevó a cabo la primera jornada de su VIII Encuentro Anual de las Energías Renovables.
Uno de los principales paneles fue el que protagonizó Francesco La Camera, Director General de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés).
El dirigente de la entidad (la más importante del mundo en renovables) destacó el viraje mundial hacia una descarbonización. Aseguró que en el 2020 hubo una inversión record en energías limpias, donde más del 85% de la nueva potencia instalada fue renovable.
No obstante, indicó que para honrar el Acuerdo de París y que el calentamiento global no supere los 1,5°C al finalizar este siglo (respecto a niveles preindustriales), hará falta que al 2050 el 90% de la generación provenga de renovables. Lo cual se torna un verdadero desafío.
Ese cambio requerirá inversiones de 4,4 trillones de dólares americanos anuales durante los próximos 30 años. Para La Camera “es posible” porque “los costos de las renovables están más que alineados”.
Y, en esa línea, aseguró que el hidrogeno verde “es clave” para “ir más allá del sector eléctrico”, y descarbonizar áreas difíciles como el transporte y la industria.
El Director de IRENA señaló que “no se trata de reemplazar un combustible por otro sino crear un nuevo sistema”. “Necesitamos infraestructura suficiente para el cambio y que las políticas estén alineadas para el desarrollo, que requerirá de políticas laborales que creen que la fuerza de trabajo y desarrollar nuevas carreras”, puntualizó.
En esa línea, destacó la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde que está desarrollando Chile, la cual pretende producir 25 GW de hidrógeno verde (generado con renovables) al 2030.
El horizonte final de esta estrategia chilena es el 2050, y la meta es alcanzar un precio de 1,5 dólares el kilo, de manera tal de que este combustible elaborado a base de agua sea competitivo y se instalar para diversos usos y aplicaciones en áreas clave como la industria, el sector energético y el transporte.
La Camera, en base a estudios de IRENA, estimó que el 10 por ciento de la energía que se genere en 2050 provendrá del hidrógeno verde y sus derivados. «Podríamos tener este combustible a precios competitivos en 2030”, apostó, aunque confió que “las empresas dicen que puede ser competitivo antes, algunas sostienen que para el 2025 es posible”.
En ese sentido, el dirigente observó que Chile se está posicionando como uno de los jugadores más importantes del mundo en hidrógeno verde, lo cual es de destacar en el nuevo reordenamiento mundial hacia las renovables, impulsado ahora con la flamante presidencia de Joe Biden al mando de los Estados Unidos.
“Esto es una buena señal para las inversiones de Chile en el hidrógeno verde y las renovables”, resaltó el directivo de IRENA.
Según el informe ‘Panorama Mundial de Transición Energética’ elaborado en marzo pasado por la Agencia Internacional de Renovables, “para 2050, el 30% del uso de electricidad se dedicará a la producción de hidrógeno verde y sus derivados tales como el amoniaco y el metanol”.
Sostiene que “el hidrógeno y sus derivados juntos representan alrededor del 12% del uso total de energía final”. Aunque advierte que para ello “se necesitarán casi 5000 GW de capacidad de electrolizador de hidrógeno para 2050, frente a solo 0,3 GW que hay en la actualidad”.
En efecto, será fundamental la caída de los costos. “La inversión temprana puede traer beneficios inmediatos”, desatacó La Camera, al tiempo que resaltó que “para que la inversión ocurra los beneficios deben ser los adecuados”.