Una de las temáticas principales en las que se enfocó el debate fue la regulación y normativa ya que en Argentina desde 2006 que está la Ley Nacional Nº 26.123 de promoción del hidrógeno, aunque algunos especialistas señalan que quedó atrás en el tiempo e incluso está próxima a vencerse.
Gustavo Menna, Diputado Nacional por Chubut, fue uno de ellos y remarcó que “lamentablemente no fue desarrollada, reglamentada ni se pusieron plenamente en ejecución los programas que contemplaba el desarrollo de un plan estratégico”.
“Hay que potenciar la ley, porque su vencimiento es este año y hay que dar una señal fuerte de poner el acento en el H2. (…) La Ley reclama un plan nacional, porque ahí está la estrategia”, agregó.
Bajo esa misma línea destacó que se debe dar lugar a un marco legal sólido que establezca seguridad jurídica e incentivos para compensar el costo inicial mayor de inversión que tienen estos proyectos.
Por otra parte, Juan Carlos Bolcich, fundador y presidente de la Asociación Argentina de Hidrógeno, fue más allá y apuntó que “no se puede pensar en una certificación y normalización solo nacional o incluso Latinoamericana si miramos un mercado de exportación”.
Esta circunstancia se da tras las reiteradas ocasiones en las que se mencionó el rol como exportador de hidrógeno verde que Argentina puede alcanzar. Y a su vez, dichas declaraciones abrieron el abanico para la opinión de otros expertos de América Latina.
“El tema regulatorio implica que el hidrógeno específico sea el mismo en todos los países, hablar un mismo idioma desde el punto de vista normativo es uno de los ejes y una gran oportunidad”, fueron las palabras de Ariel Pérez, Gerente de Energías Renovables de Hychico.
Patrick Maio, CEO de HINICIO, también aludió la importancia de las políticas públicas, “dinámicas y voluntarias”, las regulaciones e incentivos, que ante su mirada, “en algún momento tendrán que llegar”.
Además afirmó que “hay que empezar por definir cuál es el mercado al que se exportará, entender la normativa local y luego hacer ingeniería a establecer”.
También se debatió el hecho de desempeñarse con el hidrógeno verde a la par de la llegada de una normativa. Alberto Escofet, socio fundador de la Asociación Mexicana de Hidrógeno (AMH), amplió la perspectiva y manifestó que “si bien se debe trabajar en la regulación, ésta no debe ser impedimento para iniciar los esfuerzos, ya que se dará conforme la demanda exista”.
“No creo que de existir regulación generará todas las ventajas de esta nueva industria, sino que se debe ir en paralelo y armarlo de forma integral”, explicó.
Competitividad en el mercado
Otra de las cuestiones fundamentales que se trató en profundidad es la competitividad en el sector, apoyada por el financiamiento y bajos precios de energías renovables, que como consecuencia, acarreará bajos montos del hidrógeno verde por tonelada
Alejandro Montaña, Ingeniero de Proyectos Energías Renovables de HYCHICO, precisó que para que el mercado internacional se consolide, el precio del hidrógeno tiene que alcanzar valores de costo nivelado que estén entre dos y tres dólares por kilo, o incluso menos”.
Pero frente a ello, Bolcich dio una postura adversa, ya que no cree que se llegue a dichos valores en Argentina antes del 2030, aunque opinó que “ineludiblemente hay que pensar en un mercado nacional que desarrolle y permita el afianzamiento y progreso de empresas y del personal especializado”.
Sin embargo, Maio, ya desde la visión latinoamericana, replicó lo anterior: “Quizás no se necesita llegar a dos dólares para tener un mercado”. – ¿Por qué? – La explicación se da con el ejemplo de que “si uno llega a producir a USD 5-7 el kilogramo de hidrógeno en Argentina, puede abastecer a soluciones de movilidad portuaria o vehículos particulares y sería un precio competitivo”.