Las empresas de la industria alimenticia tendrán un incremento de hasta un 130% en el gas a partir del 1º de mayo. Es porque los grandes usuarios deben renovar los contratos anuales de abastecimiento de gas con petroleras y comercializadoras que vencen a fines de abril. Los socios de Acigra, la cámara que nuclea a los grandes consumidores de gas, descontaban una fuerte suba en el precio del hidrocarburos porque el año pasado, a raíz de la brusca caída del PBI, la demanda de gas cayó fuertemente y destruyó la señal de precios. Un rebote era inevitable.
Sin embargo, la recomposición del valor del gas para el sector industrial, que se descontaba en el mercado, se aceleró aún más por la puesta en marcha del Plan GasAr, el plan de estímulo que implementó el gobierno para promocionar la oferta de gas. Uno de los efectos indirectos de esa iniciativa fue la homologación del precio del gas para industrias con el importe estímulo que fijó el gobierno, que ronda los 3,55 dólares por millón de BTU.
A raíz de eso, las compañías alimenticias, que son grandes demandantes de gas, tendrán un incremento en el gas que llega hasta un 130%, según un relevamiento realizado por este medio entre empresas del sector. Por caso, uno de las tres mayores compañías lácteas del país tendrá un un aumento del 112% en el precio del gas. Hasta este mes pagaba, en promedio de todo el año, US$ 1,55 por millón de BTU. A partir de mayo pasará a abonar US$ 3,27 por millón de BTU. A su vez, un frigorífico fabricante de hamburguesas ubicado en el Gran Rosario registrará un incremento del 90%, ya que pagaba US$ 1,85 por el gas y ahora abonará US$ 3,50 por millón de BTU. También el incremento lo sentirán todas las cerealeras. La empresa Cargill, por caso, tendrá una suba en el precio cercano al 100 por ciento.
Impacto inflacionario
El fuerte salto en el precio del gas de las empresas alimenticias se traducirá, sin embargo, en un impacto dispar. Según un relevamiento realizado hace algunos años por la Secretaría de Industria, el costo del gas incide en la mayoría de las industrias en el orden del 3% al 5%, aunque existen casos en los que el impacto puede ascender al 10%. Esto sin contar a las compañías petroquímicas, en las que el impacto es es mayor porque utilizan al gas no como combustibles sino como materia prima para su producción.
¿Por qué aumenta el gas?
El gas está aumentando en este sector porque los contratos que establecen las compañías alimenticias con productores o comercializadores del fluido, que se suelen firmar entre el 1° de mayo y el 30 de abril de cada año, vencen a fin de este mes. Lo que está ocurriendo ahora es que se están tomando como referencia para los nuevos contratos los precios definidos en el Plan GasAr, que tiene un valor de US$ 3,55 por millón de BTU en promedio anual y esto implica un aumento respecto a los precios que estaban vigentes.
El precio del gas desde el año pasado estaba definido en un escenario de pandemia, donde sobraba el producto por la caída del consumo. En este contexto, lo que terminó ocurriendo es que las industrias, en este caso la alimenticia, accedieron en 2020 a un precio del gas muy barato que se ubicó en alrededor de US$ 1,50 por millón de BTU.
Estos contratos con precios muy bajos se pudieron llevar adelante porque había mucha cantidad de gas disponible en el mercado por la baja de la actividad económica, que tuvo una caída del PBI de casi el 10% en 2020. Para este año, con la relativa puesta en marcha de la actividad económica y la implementación del Plan GasAr, se descontaba que iba a haber un incremento en el precio del gas para estas industrias. A esto también se suma que hay una incipiente ausencia de gas en el sistema, que provoca una presión al alza en el precio.
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