El programa que se propuso Chile hacia la Carbono Neutralidad al año 2050 está tomando cada vez más y mejor forma. Ayer se realizaron anuncios importantes.
Por un lado, en un evento virtual Engie se comprometió a desarticular entre este año y el 2024 las 6 plantas a carbón que actualmente opera en el país, por 1.500 MW. El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, destacó a propósito de ello que “Chile va a haber retirado al 2025 un 50% de sus centrales a carbón”.
“Estamos dejando atrás la era del carbón y los combustibles fósiles e incorporándonos a la de las energías renovables”, enfatizó.
Así las cosas, Engie reconvertirá la planta carbonífera recientemente inaugurada (en mayo del 2019) de 375 MW, Infraestructura Energética Mejillones (IEM), que costó una inversión de aproximadamente 1.100 millones de dólares, a gas natural. Además, las centrales Andina (CTA) y Hornitos (CTH), inauguradas en 2011, comenzarán a funcionar con biomasa.
Horas antes de estos anuncios, Jobet hizo otro muy importante, donde destacó que el gas será el combustible de transición hacia la Carbono Neutralidad y exhortó a la industria a enfocarse sobre esta estrategia ya que luego ese know how podrá aplicarse sobre el hidrógeno verde.
Lo hizo justamente durante el lanzamiento del libro «El rol del gas natural en la transición energética Chile 2020-2050», elaborado en base a un riguroso estudio de los economistas Felipe Givovich, Jorge Quiroz y Klaus Schmidt-Hebbel, y editado por Ediciones El Líbero.
Allí, el ministro de Energía aseguró que durante todo este año terminarán por ingresar en operaciones más de 6 GW de energías renovables no convencionales en el sector eléctrico
“En energía solar y eólica, solo en 2021, vamos a inaugurar capacidad de generación equivalente a lo que hemos construido en toda nuestra historia, desde el 2007 que se construyó la primera central”, destacó y aseguró que “esto nos va a permitir ir retirando las centrales a carbón”.
En ese mismo sentido, aseguró que el gas será el combustible de transición porque es “más limpio y más seguro” que otras fuentes de energía, con la capacidad de asegurar un suministro continuo y versátil para reemplazar a las más contaminantes, como el caso del carbón.
“El gas va a tener un rol no solo en el sector eléctrico sino en otros segmentos como el transporte”, adelantó Jobet y explicó que en esa área se generan el 25% de las emisiones totales del país. Además, el funcionario indicó que se abordarán otros segmentos como el de usuarios residenciales, comerciales e industriales.
Estrategia H2 verde
“Esa estrategia lo que busca en el fondo es apalancar nuestro enorme potencial de generación a partir de renovables para producir hidrógeno (H2) verde, usarlo a nivel local y poder exportarlo al mundo”, subrayó Jobet.
Y agregó: “estoy convencido que las empresas de gas natural van a tener un rol fundamental en esa industria: tienen la infraestructura, tienen los conocimientos, en muchos casos tienen los clientes y por lo tanto pueden jugar un rol central para aprovechar todas esas capacidades”.
“Un actor clave sobre todo en esta industria (hidrógeno verde), que tiene un enorme potencial para Chile, pueda desarrollarse de manera más acelerada”, remató.
Cabe aclarar que la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde apunta a que, a partir de fuentes renovables sumamente competitivas, Chile pueda producir hidrógeno verde a menos de 1,5 dólares el kilo. Esta política fue anunciada por el Gobierno chileno a fines del año pasado y tiene como horizonte lograr producir 25 GW de hidrógeno verde (generado con renovables) al 2030.
A un precio de 1,5 dólares el kilo, este combustible gaseoso elaborado a base de agua logrará instalarse para diversos usos y aplicaciones en áreas clave como la industria, el sector energético y el transporte.
A propósito de ello, Catherine MacGregor, CEO de Engie, precisó durante el evento de ayer que la empresa francesa cuenta con tres proyectos pilotos en Chile de H2 verde en desarrollo, los cuales generarán una inversión por encima de los 1.500 millones de dólares.