El Plan Nacional de Descarbonización de Costa Rica avanza con una meta muy clara: lograr cero emisiones netas al 2050. Para lograrlo, plantea objetivos intermedios y distintos ejes de acción en consonancia con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) que renovó el país el año pasado.

El presidente Carlos Alvarado Quesada se refirió a estos temas durante el Informe sobre el Estado de la República, llevado a cabo el día de ayer, martes 4 de marzo.

“Cada vez que tocamos positivamente la vida de una persona de esta tierra, que abrimos una oportunidad, un camino, que contribuimos a la estabilidad económica, a construir infraestructura, a impulsar la descarbonización y la sostenibilidad ambiental, cumplimos nuestro rol”, introdujo.

Y si bien indicó que el programa vital para la Costa Rica Bicentenaria contiene en lo inmediato derrotar la pandemia y la crisis fiscal y económica para recuperar y generar empleo; en lo siguiente, y con estabilidad, prevén continuar desplegando el plan de 2050 de universalidad de oportunidades, de sostenibilidad, digitalización y descentralización.

“La pasión de la nueva persona política, la del bicentenario, debe ser solo una: servir a nuestra gente. No buscando la gloria ni el aplauso, sino repitiéndose día tras día la misma pregunta: ¿qué es lo mejor para Costa Rica?”, interrogó el presidente.

Entre los temas que mencionó que ayudarán, Alvarado Quesada aseguró que «el Plan de Descarbonización es una hoja de ruta imprescindible para las próximas décadas», su materialización le aportaría al país más de US$ 41.000 millones en beneficios netos, según un estudio realizado por el BID, la Corporación RAND y la Universidad de Costa Rica.

De ahí, un punto central es avanzar con legislación que detenga actividades petroleras. En palabras del mandatario: «Debemos prohibir la exploración y la explotación petrolera. Por falsas ilusiones de riqueza sucia, no podemos darle la espalda a un legado verde construido por generaciones, cuando el mundo entero hoy se aleja del petróleo y ve a la Costa Rica verde como referente mundial».

En materia energética también mencionó la construcción de la Estrategia Nacional de Hidrógeno y la instalación de centros de carga rápida para vehículos eléctricos a lo largo y ancho del país, ya que la visión de movilidad estará encadenada a la de descarbonización como política de Gobierno.

Las iniciativas sobre hidrógeno verde y vehículos eléctricos resultan cruciales. Un tema importante sobre las metas de mitigación es que la nueva NDC promete una reducción de emisiones ambiciosa. Según repasa Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, una de estas metas intermedias es lograr “un máximo absoluto de emisiones netas al 2030 de 9,11 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e) de todos los sectores”. Cifra significativa para el país y la región.

Atento a que su mandato concluye pronto, Carlos Alvarado Quesada reafirmó su apuesta por la descarbonización pero también adelantó que involucrará esfuerzos de largo aliento.

Se trataría de una política a largo plazo que va más allá de su administración. Para 2025 ya proyectan que se concrete la primera línea de tren eléctrico a licitar en los próximos meses; y, a 2050, esperan empujar una economía con 11 polos de desarrollo completamente descarbonizados.

De acuerdo con el primer mandatario, así como se deberá dar continuidad a medidas de impulso a la economía circular a través del Plan de Acción para la Gestión Integral de Residuos (lanzado en marzo pasado); por su parte, el ICE debería seguir apostando a las renovables.

“El Instituto Costarricense de Electricidad es la empresa clave para seguir llevando conectividad en la era digital y para la descarbonización con energías limpias y renovables. Creo en un ICE público y moderno en un ámbito de competencia”, valoró.