El miércoles de esta semana, el Coordinador Eléctrico fijó algunos cambios en la subasta de la línea de transmisión Kimal-Lo Aguirre, obra que requerirá una inversión de 1.000 millones de dólares y tendrá la capacidad de transportar 3.000 MW nominales.

El más significativo de ellos es el corrimiento del programa que se había previsto.

Ahora la recepción de ofertas será del 28 al 30 de septiembre de este año, hasta las 17:00 horas. Inicialmente este hito iba a darse a principios de agosto.

La apertura de sobres con las propuestas técnicas será el viernes 1 de octubre y el de las ofertas económicas el 6 de diciembre.

La adjudicación de la mega obra tendrá lugar el lunes 13 de diciembre; el cronograma anterior contemplaba que este suceso tendría casi tres meses antes: el viernes 29 de octubre.

Nuevo cronograma de la licitación Kimal-Lo Aguirre. Fuente: Coordinador

En diálogo con Energía Estratégica, Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA), si bien dice desconocer con exactitud los motivos por los que el Coordinador decide extender el cronograma, considera: “Esperamos que no haya más retrasos sobre el proyecto”.

Explica que para los lustros venideros será fundamental la expansión de la transmisión eléctrica en Chile para la incorporación de nueva potencia renovable y, en ese marco, Kimal-Lo Aguirre es clave.

El especialista recuerda que si la mega obra se licitara y ejecutara en los plazos previstos (previo a esta postergación de 3 meses), debería entrar en operaciones antes de terminar el 2028. “Según las proyecciones que tenemos, el sistema va a estar restringido en transmisión para esa época, y cada día que pase va a significar una carga financiera para las empresas que estén generando en ese momento”, advierte.

Por otro lado, Finat observa que esta postergación favorecerá a las empresas interesadas en la mega obra, ya que “contarán con más tiempo y calculamos que podrán hacer ofertas mejores”.

Pero insiste: “Lo que nos preocupa es que haya atrasos que se vayan acumulando con otros atrasos que se puedan esperar a futuro con un proyecto de esta naturaleza”.

“Va a generar un problema si es que estos atrasos terminan siendo importantes. Se va a necesitar un monitoreo y seguimiento del proyecto por parte del Coordinador muy activo”, concluye el director ejecutivo de ACERA.