La Corporación Multi Inversiones (CMI) celebra este año su 100 aniversario, tras haber alcanzado hitos en el sector energético tales como la colocación de US$700 millones de bonos verdes y un crédito sindicado de US$300 millones, anunciados por CMI Energía en abril de este año 2021.

Además de reestructurar su deuda con esta operación, la empresa estaría motivada por llevar a cabo acciones concretas que contribuyan a ampliar su portafolio de energía 100% renovable como “comprar activos e infraestructura operativa” adicional.

Según reveló Sean Porter, director de Comercialización, Desarrollo y Nuevos Negocios de la empresa, continuarán con inversiones en tecnología con el objetivo de ser más eficientes y competitivos.

“Con los megavatios de proyectos que tenemos en la actualidad ya tenemos flujos bastante interesantes. Pero esto libera esos flujos para poder usarlos en una nueva inversión”, declaró Porter.

¿Cómo registran esos destinos? Aunque Porter no pudo ir tanto al detalle, indicó que “todo eso está validado”.

“Tiene que ir por una evaluación y certificación de un tercero que cuente con las calificaciones para poder emitir. En nuestro caso, nosotros usamos una firma que se llama Sustainalytics que crea un gran reporte a partir de todas las diligencias del mundo para entender que las políticas sobre el papel y en la realidad de la empresa y el portafolio cumplen con los requisitos de ser certificados como un emisor de de bonos verdes”.

El mercado internacional de capitales dio la bienvenida a esta empresa que ya cuenta 813 MW de capacidad eólica, solar e hidroeléctrica instalada y operativa en países como Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Si bien ahora, esta empresa latina se abre a nuevos mercados, queda claro que no dejará de apostar a la región.

Durante un conversatorio del Comité Regional CIER para Centroamérica y El Caribe (CECACIER), Sean Porter indicó que recientemente optaron por adquirir infraestructura y maquinaria que faciliten la ejecución de nuevos proyectos renovables en estos territorios.

“Al final es una mezcla de todo: cosas para nuevos proyectos, para comprar activos, infraestructura operativa también. Por ejemplo, compramos una grúa”, indicó.

Y justificó: “Los que están en el sector eólico en Centroamérica saben que no hay tantas grúas [disponibles], se ocupan grúas con mucha frecuencia y que constantemente nos encontramos en situaciones de ser rehenes de los proveedores de grúas”.