La variedad de posturas sobre el rumbo que debe tomar Argentina en materia política y de energía siguen apareciendo entre los especialistas del sector energético del país. 

Y en esta oportunidad fue el ex secretario de Energía de la Nación entre 1986 y 1988, Jorge Lapeña, quien manifestó su visión sobre la política energética que Argentina debería tomar y criticó algunas medidas y disposiciones nacionales recientes tomadas por las autoridades de turno. 

En principio sostuvo que “Argentina debe insertarse en el proceso de la transición energética y disminución de carbono, no puede jugar sola, por lo que necesita una política energética consensuada”. 

Y bajo su mirada, remarcó que actualmente no existe un ambiente de consenso que sea suficiente para establecer tal política, modelarla y mantenerla durante treinta años, teniendo en claro los cambios del sistema democrático. 

“Tiene que haber un acuerdo entre las fuerzas democráticas que aseguren esa continuidad como ocurre en otros países. Esto tiene que plasmarse en un plan energético de largo plazo, que el país tampoco tiene”. 

“El mismo debe establecer metas de cumplimiento de los objetivos y el plan necesariamente debe ser flexible y actualizado cada cuatro o cinco años”, apuntó.

Además, señaló que “Argentina tiene que corregir su economía energética”. Y para argumentar esta postura, afirmó que “el país no puede vivir del déficit fiscal, sobre todo si éste no está financiado en forma genuina”. 

¿Por qué? Lapeña declaró que “dado que ello genera más inflación, por ende más pobreza y desequilibrios, y en definitiva más riesgo país y mayores tasas de descuento para los mejores proyectos”. 

Por otro lado, el ex secretario de Energía durante el gobierno de Raúl Alfonsín expuso su discrepancia frente a normativas aprobadas en el último año y marcó cómo un “desafío” a las acciones de “la clase política”, como el caso de la Ley Nacional N° 27.637.

“El desafío político es que la clase política, o los que se dedican a ello, no hagan estupideces como las que hicieron con la sanción de la denominada ley de zonas frías aplicadas a zonas calientes, que regala el gas, con un sistema parecido al que se aplica con justicia en la Patagonia”. 

La normativa, que fue aprobada en ambas cámaras legislativas de la Nación y publicada en el Boletín Oficial en los primeros días del mes pasado, propone una reducción en las tarifas de gas para municipios donde se registran bajas temperaturas. 

“Llevar este régimen hasta Córdoba me parece una decisión necia del parlamento argentino, que en algún momento tendrá que ser revisada. Si esto se hace con subsidios que no están focalizados en resolver un problema social y se subsidia todo el consumo, estamos subvencionando a los ricos para que calienten las piletas de natación”, consideró.