La tercera subasta a largo plazo de energías renovables en Colombia está despertando mucho interés. Se trata de una licitación a dos puntas, donde no sólo los generadores deberán presentar ofertas sino también deberán hacerlo los comercializadores, de manera tal que las propuestas se terminen por cruzar.
La adjudicación de proyectos tendrá lugar el 26 de octubre y, a más tardar en enero del 2023 las centrales tendrían que empezar a funcionar. Aunque, vale destacar, por tratarse de contratos financieros, los adjudicatarios podrían honrar sus acuerdos a través de energía del mercado; es decir, no necesariamente de la que provenga de sus plantas adjudicadas.
Para analizar los desafíos que propone esta nueva subasta, Energía Estratégica dialogó con Alberto Mejía Reyes, Gerente del Mercado de Energía Mayorista de Empresas Públicas Medellín (EMP).
¿Están interesados en participar de la tercera subasta de energías renovables como generadores?
Si, efectivamente estamos interesados. Es un reto grande por los tiempos -que concede la subasta-, pero sí, estamos trabajando fuertemente para eso y tenemos mucho interés.
¿Con qué cantidad de proyectos o potencia se presentarán?
A este tema lo estamos trabajando en conjunto con otra empresa con la que hemos celebrado una alianza desde 2019, que es Invenergy, un aliado que tiene mucha presencia, sobre todo de Estados Unidos.
La compañía ha instalado 17.000 MW eólicos y cerca de 5.800 MW solares. Tiene mucha experiencia y necesitábamos de ese aliado que nos diera un salto de competitividad para competir en esta subasta.
En este momento no podemos dar detalles de qué magnitud son los proyectos que estamos visualizando, pero sí puedo decir que, por los tiempos que tenemos para entrada en operación, lo prioritario serán presentarnos con proyectos solares.
¿Cuáles son los desafíos que creen que tendrán los generadores en esta tercera subasta de renovables?
Para poder participar de esta subasta uno ya debía contar con proyectos bastantes maduros. Consultas previas, permisos ambientales: ese tipo de exigencias ya deben estar muy cerradas y cubiertas para poder estar listos para 2023.
Ese es un reto que, desde el lado nuestro, ya lo hemos logrado superar, pero somos conscientes de que ese es un elemento crítico.
Otro tema es el que gira en el entorno del COVID, que lo que ha provocado es incrementos en los costos del transporte marítimo, de los equipos, también en los precios de los paneles solares. Se trata de todo un entorno que puede llegar a afectar un poco la competitividad de esta subasta.
Otro tema es el riesgo cambiario. Estamos en una situación coyuntural de una tasa de cambio a niveles altos.
Esos son los retos más importantes que tenemos en este momento de cara a la subasta: competitividad y la exigencia de tiempos acotados para la presentación de los proyectos.
¿Es posible llegar a ingresar en operaciones en enero del 2023, o se requerirán de coberturas de energía para dar cumplimiento al contrato financiero?
Nuestra meta sí es estar generando en enero de 2023: ese es nuestro objetivo.
Pero somos conscientes de que los tiempos son acotados y necesitamos tener algún tipo de previsión ante la posibilidad que necesitemos alguna cobertura. O por lo menos cuantificar ese riesgo, ya que no es despreciable porque el 2023 es un año de ciertas incertidumbres como puede ser el fenómeno del Niño.
¿Cree que va a ser una subasta competitiva, que favorecerá a la demanda?
Yo pienso que sí. Veo que hay un apetito muy grande de empresas por ingresar con proyectos al país, entonces desde el punto de vista de la oferta pienso que sí va haber competencia y participación de diferentes agentes.
Por el lado de la demanda, yo creo que también hay un elemento importante y es que el 2023 es un año en el que la oferta y la demanda estará un tanto ajustado en el mercado de contratos, entonces la demanda también está necesitando tener coberturas.
Por eso pienso que puede ser atractivo para la demanda, para lograr coberturas porque con la potencia que está instalada en el país, inclusive si entrará en operaciones Hidroituango, de todas maneras la demanda sigue creciendo y necesitará cobertura de precios. Desde esa perspectiva, la demanda puede ver atractiva su participación en la subasta.
Quizás no estemos en los mismos niveles de precios que la subasta del 2019 pero esperamos que sean precios bastante competitivos, y creo que eso a la demanda le puede resultar muy atractivo.
¿Están llevando a cabo una alianza con Grupo Energía Bogotá?
Nosotros contamos con una alianza de exclusividad con Invenergy, entonces con ellos es con los que estamos apostando a ser exitosos en esta subasta.
No obstante a ello, internamente, desde EPM, no contamos con una alianza que se esté implementando con Grupo Energía Bogotá.