La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, el grupo conocido como OPEP+, acordó l 1 de septiembre dejar sin cambios sus planes de incrementar la producción de crudo en 400.000 barriles diarios.
La organización expresó que, pese a los efectos de la pandemia sobre la incertidumbre, los fundamentales del mercado de petróleo se han «fortalecido» en las últimas semanas y los ‘stocks’ de crudo de la OCDE han seguido cayendo a medida que la recuperación se ha acelerado.
De acuerdo con el plan al que llegaron en julio, la OPEP+ elevará su producción en 400.000 barriles diarios cada mes hasta revertir por completo el recorte a la producción de 5,8 millones de barriles diarios que acordaron el año pasado.
Tras conocerse esta decisión, la cotización de los contratos de futuros de petróleo no ha registrado cambios abultados. El barril de Brent, de referencia en Europa, ha alcanzado los 71,25 dólares, un 0,5% menos, mientras que el West Texas Intermediate, el barril de referencia en Estados Unidos, ha caído un 0,45%, hasta 68,16 dólares.
El próximo encuentro interministerial de los países de la OPEP y sus aliados se producirá el 4 de octubre.
La medida, sancionada el pasado 18 de julio, los 23 países de la alianza conocida como OPEP+ pretenden devolver al mercado los cerca de 5,4 millones de barriles diarios (mbd) de crudo que aún mantienen bajo tierra, del gran recorte pactado en 2020.
Así, la reducción en 9,7 mbd -cerca del 10 % de la oferta petrolera mundial- acordada en abril del año pasado para hacer frente a la crisis del coronavirus quedaría en 3,8 mbd el próximo 1 de enero, antes de llegar a cero en septiembre de 2022.
Esta estrategia se ajusta a las previsiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según las cuales el consumo de «oro negro» del planeta mediará los 96,6 mbd en todo 2021, es decir, 6 mbd más que el año pasado.
En su último informe mensual, publicado el pasado día 12 de agosto, la entente estimó que la demanda continuará aumentando hasta superar los 100 mbd en la segunda mitad de 2022, por encima del nivel previo a la pandemia, dado que «la economía global continúa recuperándose».
No obstante, persiste la preocupación de que la expansión de la variante delta del coronavirus, más contagiosa que las demás cepas detectadas hasta ahora, pueda lastrar el consumo energético, una visión reforzada hoy por nuevos datos de China que confirman la desaceleración de la economía por el impacto de la mutación.
Los problemas globales en las cadenas de suministros y el aumento de la inflación también alimentan los temores a que la recuperación de la demanda de crudo sea más lenta de lo previsto.
EE.UU pretende precios más bajos
Si bien estas perspectivas podrían favorecer un ajuste a la baja de los niveles de producción de la OPEP+, por otro lado está el llamamiento de Washington a los productores para que, por el contrario, abran aún más los grifos.
Tras desplomarse en 2020, el precio de la gasolina ha subido más del 40 % este año, y el Gobierno del demócrata Joe Biden teme que el encarecimiento de los combustibles frene la recuperación económica.
Los precios del petróleo han experimentado una gran volatilidad en las últimas semanas.
El pesimismo sobre la recuperación de las economías asiáticas desencadenó fuertes bajadas antes de que el corte del 95 % de la actividad en las plataformas petrolíferas en el Golfo de México, provocado por el paso del huracán Ida, impulsara subidas.
Al reducirse la intensidad de Ida, convertido ya en tormenta tropical, volvía la tendencia bajista: el barril del petróleo Brent, la referencia en Europa, que ayer terminó a más de 73 dólares, cotizaba hoy a 72,1 dólares, mientras que el del petróleo intermedio de Texas (WTI), referente en EEUU, retrocedía un 0,2 % y rondaba los 69 dólares.