El pasado jueves se realizó el cuarto encuentro del ciclo de seminarios sobre Recursos Naturales y Desarrollo Sostenible co-organizado por el think tank Fundar, el Centro de Investigaciones para la Transformación (Cenit) y el Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia Tecnología e Innovación (Ciecti). En esta oportunidad el tópico fue Energía y versó sobre las oportunidades y desafíos de la transición energética y el desarrollo de Vaca Muerta. Los anteriores encuentros fueron Recursos Naturales, Agricultura y Minería.

La transición energética en Argentina representará oportunidades y desafíos para el desarrollo de Vaca Muerta, así como la generación de capacidades productivas y tecnológicas que permitirán el aprovechamiento de los recursos naturales de una manera sustentable, coincidieron diversos especialistas.

El ciclo busca facilitar una discusión profunda acerca de los recursos naturales y el desarrollo sostenible en el contexto actual de la Argentina. Se busca visibilizar las oportunidades y las tensiones de naturaleza productiva, social, política y ambiental que presenta la explotación de los recursos naturales, y poner en debate las miradas que los diversos actores políticos, empresariales y sociales tienen sobre ellas.

El cuarto seminario buscó ofrecer un espacio que analice el desarrollo energético argentino en el marco de esta transición con especial foco en la generación de capacidades productivas y tecnológicas locales. Se analizó y discutió bajo qué condiciones el país puede avanzar en la transición hacia un mayor peso de las fuentes renovables, haciendo uso sostenible de los recursos naturales y también generando capacidades locales.

En ese marco —y entendiendo la gradualidad de ese tránsito— además de abordar fuentes renovables ligadas a los recursos naturales, se debatió acerca de las oportunidades y desafíos asociados a la extracción de los recursos hidrocarburíferos disponibles (especialmente la cuenca no convencional) minimizando los impactos ambientales.

Nicolás Arceo, de la consultora Economía y Energía, consideró que “no está claro lo que va a implicar la transición energética en términos de la penalización en la utilización de combustibles fósiles” pero si que va a significar “una restricción en la demanda mundial de hidrocarburos”.

“Por eso Argentina tiene una ventana de oportunidad hasta tanto se produzca ese momento para valorizar su producción hidrocarburífera en el mercado mundial”, sostuvo, aunque rescató la utilización de gas natural “como combustible de transición porque genera muchos menos gases de efecto invernadero”.

Por su parte, Marcelo Neuman del Instituto de la Industria de la Universidad Nacional de General Sarmiento (IDEI-UNGS) analizó la relevancia económica del complejo hidrocarburífero y entendió “necesario un programa de sustitución de importaciones en las compras”.

“Se sugiere incrementar la participación local en futuros planes de inversión, hacer programas de desarrollo de proveedores articulados entre la industria, el gobierno y el sistema científico tecnológico y proveer líneas de crédito adecuadas para la expansión y el desarrollo productivo”, detalló el especialista.

Finalmente, Laura Forni del Stockholm Environment Institute, se refirió a la gestión de los recursos hídricos en la región de Vaca Muerta y los posibles riesgos que el desarrollo de la extracción de hidrocarburos representa para los ecosistemas, la salud pública y la producción agrícola de la región, en particular con relación a la calidad del agua.

“La producción de shale gas puede presentar un riesgo no tanto en la cantidad sino en la calidad de agua superficial y subterránea. El uso proporcional del agua para la producción de gas natural es pequeño en relación a otros usos en la zona, pero actualmente se explota sólo el 5% del gas natural de vaca muerta”, describió.

Ante esta situación, entendió que “los desafíos ambientales de gran complejidad requieren de una gobernanza multifacética. Se requiere que el sistema regulatorio interprovincial considere la multiplicidad de usos y características de cada provincia. Esto es, contar con una perspectiva de gestión integrada de los recursos hídricos a escala regional”