La petrolera Shell está cerca de alcanzar un acuerdo con la compañía estadounidense ConocoPhillips para la venta de sus activos en la cuenca petrolera de Permian, situada en Texas (EEUU), por unos US$ 9.500 millones según The Wall Street Journal (WSJ).
El grupo anglo-holandés Royal Dutch Shell anunció la venta a su competidor ConocoPhillips de sus activos en la región conocida como la cuenca pérmica estadounidense, rica en petróleo de esquisto, por US$ 9.500 millones
Shell prevé utilizar el dinero obtenido de la venta de estos activos -que producen unos 175.000 barriles diarios de crudo- a la firma estadounidense para pagar US$ 7.000 millones adicionales a sus accionistas y reforzar sus finanzas, según un comunicado.
Ubicada entre el oeste de Texas y el este de Nuevo México, la cuenca pérmica es muy rica en petróleo y gas de esquisto, que debe extraerse de la roca, y produce alrededor de 40% del crudo de Estados Unidos.
Los activos vendidos por Shell incluyen 910 km2 en Texas y unos 1.000 km de tuberías de transporte de petróleo, gas y agua.
Muy dependiente del negocio del petróleo y el gas, Shell busca ser neutra en emisiones de carbono para el año 2050, mediante inversiones en nuevas energías, mecanismos de compensación de emisiones de CO2 y una reducción de su anclaje al crudo.
El WSJ apunta que la transacción se enmarca en un intento de la anglo-holandesa Shell de recortar sus emisiones de carbono y de investir más en energías renovables.
Esta venta se produce en un contexto de cada vez mayores presiones sobre las grandes compañías petroleras para que diversifiquen sus carteras de inversión y se decanten más por energías limpias.
Hoy mismo, se celebró en Naciones Unidas una reunión para preparar la cumbre climática de Glasgow (Reino Unido) en la que la ONU y Londres pidieron a los países ricos un esfuerzo mayor en la lucha contra el cambio climático.
«Los países desarrollados tienen que asumir el liderazgo», señaló el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, tras reunirse en privado con unos cuarenta líderes de todo el mundo para advertirles de que existe «un alto riesgo de fracaso» en la cumbre climática de Glasgow.