Perú es uno de los países latinoamericanos pioneros en contemplar a la generación distribuida con energías renovables en su marco legal. La Ley 28832 impulsada en 2006 para asegurar el desarrollo eficiente de la generación eléctrica ya incluía su definición para la posterior promoción.

Sin embargo, a quince años de aquello, aún no se reglamenta la posibilidad de inyectar a la red eléctrica junto a una eventual venta de excedentes a las distribuidoras.

“Es algo que esperamos todos los actores de la industria”, declaró Henry Guzmán, CEO de Orange Energy, durante su participación en el evento “Unlock GW’s Solar Market Development in LATAM”, organizado por Energy Box en colaboración con Latam Future Energy.

Henry Guzmán, CEO de Orange Energy

Desde la óptica del referente de Orange Energy, que el reglamento aún esté pendiente priva al mercado no sólo de reglas claras que permitan a los prosumidores participar dinámicamente de la compra/venta, “eso es algo que de alguna manera detiene el juego en este sector”, alertó Guzmán.

Por sobre un negocio, existe el recurso renovable y gratuito para aprovechar. Y es que la fotovoltaica en este lugar, donde antiguamente los Incas supieron adorar a Inti, se estima que puede generar un promedio de aproximadamente 5 a 5.5 kWh por metro cuadrado al día, e inclusive superar los 7 kWh x m2 en algunas parcelas (ver referencia).

Volviendo a la lectura de Guzmán, no existirían motivos para que se decida impedir su aprovechamiento: “Hoy, existe tecnología para implementar de manera adecuada la generación distribuida sin que haya disturbios técnicos en nuestras redes eléctricas”, sostuvo.

“En Perú ya tenemos una ley aprobada y promulgada es de muchos años (…) sólo falta voluntad política”, advirtió.

Eso va más allá de una realidad vinculada al recién asumido presidente de la República del Perú, Pedro Castillo. En los últimos 15 años pasaron siete presidentes (algunos bajo sucesión constitucional) y aún ninguno se encomendó a elaborar una política de promoción a largo plazo en torno a esta alternativa de generación que democratiza el acceso a la energía y empodera a los usuarios.

“Primero, se necesita voluntad política para incentivarla (…) Luego, se necesitaría agregar a la generación distribuida dentro de una estrategia y política de Estado de energías renovables”.

Cómo impactará al sector energético la política que impulsará Pedro Castillo en Perú