El proyecto Generación SOLE ha identificado un potencial de inversión de más de US$ 2.000 millones en Panamá a través de la instalación de 137.800 sistemas de generación solar distribuida (GSD) en los segmentos residencial, comercial e industrial.

Aquello ha servido de apoyo a la Secretaría Nacional de Energía (SNE) para establecer un ambicioso objetivo para 2030 de instalación de sistemas de GSD de hasta 1.700 MW, equivalentes a un tercio de la matriz eléctrica nacional.

Su aporte no será menor. Es preciso remarcar que la GSD es considera una de las soluciones más efectivas para lograr la neutralidad de carbono en el sector energético, y conlleva numerosos beneficios que acompañan la recuperación sostenible pos-COVID19: reduce emisiones contaminantes, genera un importante ahorro a los usuarios-generadores, fomenta la inversión privada y proporciona nuevos puestos de trabajo directos e indirectos.

Para compartir mayores precisiones al respecto, ayer se presentaron las principales conclusiones del informe que dio con aquellas cifras.

No se pierda aquel lanzamiento. El informe denominado «Financiamiento de sistemas de generación distribuida: Oportunidades para la banca comercial en Panamá», elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) a través de la iniciativa Generación SOLE, cuenta con aún más datos de interés por conocer.

Para la elaboración del estudio PNUMA contó con la colaboración de la Secretaría Nacional de Energía (SNE), la Asociación Bancaria de Panamá (ABP) y la Cámara Panameña de Energía Solar (CAPES), y con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).