El pasado 2 de diciembre, el Gobierno de Chile anunció que la empresa Total Eren comenzará a montar uno de los proyectos de hidrógeno verde más grandes del mundo en la Región de Magallanes.

El emprendimiento, denominado H2 Magallanes, contará con 10 GW eólicos, junto con hasta 8 GW de capacidad de electrólisis, una planta desalinizadora y una planta de amoníaco (NH3). Su construcción iniciaría en 2025 y comenzaría a producir en 2027. Su inversión está estimada en los 15.000 millones de dólares.

El proyecto se desarrollará en el marco de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde que impulsa el Gobierno nacional desde finales del 2020, cuyo objetivo es alcanzar los 25 GW de electrólisis por medio de fuentes renovables para el 2030.

En una entrevista para Energía Estratégica, Víctor Fernández, Secretario Regional Ministerial (SEREMI) de Energía de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, analiza cómo este tipo de iniciativas repercuten sobre Chile y la zona que representa.                                                                                                        

¿Cuántos proyectos de hidrógeno verde ya han manifestado interés por desarrollarse en la Región de Magallanes? 

Son cinco los proyectos que se han anunciado públicamente. Uno en fase de construcción y otros cuatro están realizando levantamiento de línea base junto a la obtención de permisos sectoriales. Se concentran en Punta Arenas, San Gregorio y en la parte norte de la isla de Tierra del Fuego.

Se proyecta que estén construidos en un período de entre 5 a 10 años y consideran una capacidad de generación eólica estimada de 15 GW de potencia. Esto es un poco más de la mitad de la capacidad de generación eléctrica instalada que actualmente tiene Chile.

En este sentido, Magallanes se convertirá en el mediano plazo en un polo de desarrollo de energías limpias para nuestro país y el mundo.

¿Desde la Región de Magallanes están avanzando en estrategias para incluir a la población con la riqueza que generarán estos proyectos?

Las oportunidades que mencioné deben enfrentarse apropiadamente si queremos que sean exitosas. Para eso tenemos que actuar con celeridad.

Por ejemplo, es imperioso preparar el capital humano adecuado a las necesidades energéticas que el hidrógeno verde nos va a demandar.

Eso se logra con asociatividad, pues ningún organismo por sí solo puede hacerlo sin la colaboración público-privada. En este y otros desafíos ya estamos trabajando y contamos con la Mesa de Capital Humano en Energía, donde reunimos a actores del sector privado, sectorial público y área académica, con el objetivo de identificar y preparar los perfiles laborales idóneos a esta industria.

También hemos avanzado con rapidez en todo lo que se refiere al aspecto regulatorio: queremos tener leyes claras que incentiven la inversión. Para ello, estamos dotando a nuestro marco jurídico con leyes como la de Eficiencia Energética, actualizaciones, reglamentos, Políticas y Estrategias Nacionales.

En esta línea, como SEREMI de Energía, vamos a seguir implementando las respectivas bajadas regionales.

En febrero de este año, el Ministerio de Energía publicó un estudio en donde se concluía que la Región de Magallanes podría llegar a producir el 13% de hidrógeno verde del mundo con energía eólica. ¿Están planificando acciones para comenzar a prever de qué manera exportarán hidrógeno verde y sus derivados a otros países? 

Sí, estamos trabajando desde hace meses en ello. Por este motivo, nuestro Gobierno se ha anticipado a estos escenarios y ha estado firmando acuerdos o memorándum de entendimiento (MoU), con distintos países y ciudades puertos más importantes del mundo.

Al mismo tiempo hemos establecido alianzas con el objetivo de facilitar, agilizar, incentivar y promover los procesos, con un enfoque en la demanda de los países.

Para ello trabajamos en la detección de brechas en diferentes áreas con el fin de reducirlas de manera lo más rápido posible, como en el caso de la infraestructura habilitante para la exportación del hidrógeno (construcción de puertos), formación de capital humano avanzado y especializado, entre otros.

Independiente del enfoque de exportación, en paralelo estamos trabajando en el desarrollo endógeno de la industria local del hidrógeno verde, pues vemos que el mercado de la demanda interna puede convertirse en un aporte sustantivo para la mejora de la calidad de vida de la comunidad magallánica.

¿Qué significa el anuncio de H2 Magallanes para Chile, uno de los más grandes que se ha anunciado en Latinoamérica? 

Lo primero que hay que señalar, por un lado, es que éste es uno de los resultados de la implementación de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, impulsada con mirada de Estado por la administración del Presidente (Sebastián) Piñera, para ir más allá de este y los sucesivos gobiernos.

Esta Estrategia, que ha sido liderada por nuestro ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, quien ha conseguido posicionar en muy poco tiempo y a nivel global a Chile como un actor gravitante en el desarrollo del combustible limpio, será clave para detener los efectos del cambio climático.

El significado de este anuncio son las oportunidades que contienen importantes desafíos como lo es la generación de empleos de calidad, de beneficios medioambientales para luchar contra el cambio climático, incentivar a la innovación, mejorar en la calidad de vida de las personas, ingresos para el Estado, progreso en general para la región, pero especialmente para la comuna donde se emplazará el proyecto.

En todo y otros temas nos estamos abocando arduamente para, al final de la jornada, hacer más grande a Chile y por cierto a nuestros ciudadanos, porque el bienestar de nuestro país y el de sus habitantes, son el fin superior que mueve a nuestro Gobierno.