México ha dado buenas señales en temas energéticos durante las últimas semanas de este 2021, pese a que el país atraviesa un momento de incertidumbre debido a los cambios regulatorios que están en debate, como por ejemplo la reforma eléctrica propuesta por la administración actual. 

Pero uno de esos indicios positivos fue que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) recientemente aprobó el Código de Red 2.0, instrumento necesario para la mejora y el buen funcionamiento del Sistema Eléctrico Nacional. Aunque aún resta que se publique en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Y dentro del sector consideran que no es una desventaja para las renovables ya que aplica tanto para proyectos de esa índole como para aquellos que no lo son. 

“Es decir que unos y otros deben cumplirlo, observar sus requerimientos para el tema de interconexión de sus centrales eléctricas. Se busca no ser discrecionales, sino disminuirla y observar los principios de proporcionalidad para la aplicación de criterios específicos y esquemas de regulación para cada integrante”, manifestó Daniela Pontes, consultora dentro de DIOM Analytics, en conversación con Energía Estratégica. 

“Por otra parte, el CENACE deberá volver a ver el Código de Red si las empresas que iniciaron los trámites de interconexión cumplan con lo estipulado”. 

“No significa una desventaja. La idea es que todos observen estos criterios para que de manera global se cumpla con los beneficios que se pretenden alcanzar, que es un sistemas eléctrico más robusto, confiable y que los usuarios finales tengan un suministro de calidad”, agregó.  

De todos modos, la especialista reconoció que, una vez que se emita esta segunda versión, el reto “más importante” consistirá en garantizar o consolidar el esquema de vigilancia o supervisión por parte del órgano regulador. 

¿Por qué? “Principalmente porque su aplicación es responsabilidad de todos los que conforman y quieran participar de la industria, por lo que deben ver el Código de Red para cumplir con los requerimientos técnicos que se señalan, pero si al lado no va el esquema o mecanismos de vigilancia, se corre el riesgo de que no se acaten correctamente los criterios”, explicó. 

Y aseguró que esta regulación es meramente técnica, dado que recoge criterios y requerimientos que sí o sí deben cumplirse, por lo que, bajo su mirada, no está involucrada con cuestiones de otra índole, como por ejemplo tarifas o permisos.  

“Lo que se buscó con esta regulación es dar mayor claridad y guardar congruencia con otras regulaciones para que los integrantes puedan interpretar de manera correcta lo que se está buscando con la implementación del Código de Red, por lo que no debe afectar otros procesos ni ser impedimento o barrera para continuar con ellos”, concluyó.