La continuidad de la generación distribuida en México ha sido un punto de debate desde que la administración actual envió la propuesta de reforma eléctrica al Congreso de la Unión debido a que desde el sector energético del país advirtieron que no queda claro en la iniciativa pese a que diversas autoridades federales aseguraron que no prevén eliminar esta alternativa de generación. 

¿Por qué? Javier Romero Durand, secretario de Asuntos Internos de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES) y director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Fabricantes de Equipos Fotovoltaicos (AMFEF), dialogó con Energía Estratégica y planteó que existen diferencias en los conceptos. 

“Si bien han dicho que no afectará a la generación distribuida, su concepto es distinto, ya que ellos le llaman GD a la instalación en casas, pequeños comercios y zonas agrícolas. Pero lo negativo es que no quieren entender, o no lo dicen como tal, que GD también es industria y que los grandes negocios en media tensión también pueden recibir esos beneficios”, afirmó. 

“Sabemos que no habrá afectaciones para el sector residencial, pero no queda claro en el otro aspecto o segmento mencionado. Mientras que parece ser que la alta tensión será de la Comisión Federal de Electricidad y los altísimos consumidores que estaban en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) difícilmente se puedan ver beneficiados con la generación distribuida, ya que representará entre el 2 y 4% de la energía que consumen”, agregó. 

Frente a dicho panorama, el especialista manifestó la necesidad de una aclaración o cambio del proyecto de reforma constitucional, teniendo en cuenta que la misma también señala que se cancelarán los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad con el sector privado.

“Se requiere de una mejora regulatoria, de optimizar los alcances, experiencias y beneficios, pero no de un cambio de 180° hacia atrás como se está planteando”, aclaró. 

Sin embargo, no ve con demasiado optimismo que haya “verdadera voluntad” de que se mejore la legislación planteada, por lo que, bajo su mirada, podría continuar con la incertidumbre por parte de los clientes que quieren seguir el camino de la transición energética y la sustentabilidad. 

“Los instaladores con proyectos importantes con usuarios industriales están parados porque los clientes prefieren frenar la inversión millonaria antes que colocarla y que el día de mañana se les diga que requieren más permisos o que se quitará la medición neta”.

Es decir que están a la expectativa de lo que ocurra la reforma eléctrica, dado que las empresas industriales ven las noticias en el país, piensan que hay un factor de riesgo y frenan la instalación o inversión. 

“Y si no hay un panorama de lo que ocurrirá, de que siga la medición neta y el crecimiento en el segmento industrial, no avanzará la generación distribuida en ese sentido”, finalizó Romero Durand.