Ocho organizaciones se unieron con una meta común en pos de la sostenibilidad y resiliencia de Puerto Rico. De allí, surgió Queremos Sol cuyas primeras Propuestas Energéticas para la transición plantean: fomentar la conservación y la eficiencia de energía, generar energía renovable limpia distribuida con almacenamiento y eliminar la generación a base de combustibles fósiles.

En lo que respecta a generación distribuida y almacenamiento, la coalición multisectorial proyecta sistemas de energía solar con baterías para equipar al 100% de los hogares de la isla con sistemas a partir de los 2.7 kW de modo tal que se pueda proveer un nivel mínimo de resiliencia y autosuficiencia eléctrica.  

La barrera principal que encontraría esta iniciativa es el financiamiento o falta de voluntad política para usar fondos federales que lo vuelvan totalmente viable para todos los ciudadanos. 

“No podemos descansar en la capacidad económica de los usuarios o la filantropía de ONGs, esperamos que el gobierno destine fondos federales para que todos tengamos paneles solares y baterías en nuestros techos”, declaró la Ing. Ingrid Vila Biaggi, colaboradora de la coalición Queremos Sol y presidente cofundadora de CAMBIO.

Durante una transmisión en vivo realizada el día de ayer, la ingeniera Vila Biaggi señaló que el modelaje económico realizado revela que si se utilizan $9.6 mil millones de dólares para el despliegue de aquellos sistemas pequeños de energía solar y baterías en techos, se lograría una tarifa estable de 15 centavos/kWh.  

Por su parte, Cathy Kunkel, gerente del programa de energía de CAMBIO y también colaboradora de la coalición Queremos Sol, argumentó que esta es una mejor alternativa que la actual tarifa que asciende a los 25 centavos/kWh, mientras que la energía solar e incluso las baterías continuarían reduciendo su precio en los próximos años (fotovoltaica <$2/vatio y almacenamiento en baterías -22%).

En lo que respecta a lo técnico, Kunkel cuestionó que aún el sistema eléctrico hoy sea centralizado y todavía genere más del 95% a partir de petróleo, gas y carbón.

Y, usando los propios datos de la AEE pudo concluir que el 75% de la energía renovable distribuida sería viable al 2035 con mejoras modestas en el sistema de distribución. 

Por ello, reforzó la idea de revertir el modelo de extracción y apostar por el recurso local del sol con instalaciones en los sitios de consumo: 

“Equipar el 100% de hogares con energía solar en techos y respaldo en batería puede proporcionar 2700 MW de potencia a la red de Puerto Rico, que se complementa con energía solar en comercios para alcanzar el 75% en 14 años”. 

“Bajo el escenario del 75% la gran mayoría de las plantas de generación actuales de la AEE ya no se utilizarían, incluida la planta de carbón de AES que puede cesar operaciones en los próximos 4 años”. 

A partir de allí, en el cierre de la participación de las referentes de la Coalición Queremos Sol se repasaron los siguientes beneficios de la transformación del modelo: 

Una tarifa estable de 15 centavo por kWh si se utilizan los fondos federales 

Mejora la economía a través de la reducción en compra de combustibles: $430 millones al 2035 vs más de $1250 millones en 2021

Reducción de emisiones de CO2 por 70%

Mejora la resiliencia y reducción en dependencia de las líneas de transmisión al descentralizar el sistema

Oportunidad económica para la manufactura local y para crear la industria para el manejo sostenible de materiales y el reciclaje.

Recomiendan diseñar licitaciones anuales para lograr 46 MW de techos solares en Puerto Rico