El senador Oscar Parrilli no hizo uso de la palabra en la sesión en la que se aprobó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pero luego insertó una exposición escrita donde cuestionó con dureza la negociación que llevó adelante el gobierno. En ese largo documento la mano derecha de Cristina Fernández de Kirchner también la emprendió explícitamente contra la suba adicional de tarifas de luz y gas que impulsa el ministro de Economía Martín Guzmán y dejó en claro el rechazo a que se busque validar ese incremento citando la ley 27.443 que el kirchnerismo impulsó en 2018 para intentar ponerle freno a los ajustes de tarifas aplicados por el gobierno de Mauricio Macri. El dato hace prever que no será fácil aplicar un nuevo incremento porque el cristinismo controla los entes reguladores que deben convocar a la próxima audiencia pública y trasladar el aumento a los cuadros tarifarios.

Polémica por la ley 27.443

En la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso el presidente Alberto Fernández aseguró que “nuestra política se inspirará en la Ley 27.443 votada en este Congreso de Nación en el año 2018 y vetada por el entonces presidente Mauricio Macri. Esa normativa establecía que las tarifas solo podrían incrementarse teniendo como tope el Coeficiente de Variación Salarial. Lo que nosotros haremos será utilizar ese mismo indicador, pero estableciendo que la evolución de las tarifas estará claramente por debajo de la evolución de los salarios. Así, alineamos el tema de las tarifas con una política clara para recomponer los ingresos en términos reales”.

A los dos días de ese anuncio la vocera presidencial Gabriela Cerrutti informó que los beneficiarios de la tarifa social tendrán un aumento equivalente al 40% del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del año anterior, mientras que para el resto la suba será equivalente al 80% del CVS. En 2021 el CVS subió 53,4%. Por lo tanto, la suba este año no será del 20% como había querido imponer el cristinismo. Para los que tengan tarifa social será del 21,36% y para el resto trepará al 42,72%, salvo el 10% de mayor poder adquisitivo que deberá afrontar un incremento sustancialmente mayor, pues dejarán de percibir subsidio al consumo energético.

En su escrito Parrili dejó en claro por primera vez el rechazo del cristinismo a que se validen los aumentos haciendo referencia a la ley 27.443. “Dicha norma fue dictada en un momento histórico determinado, que buscaba morigerar los efectos perniciosos de los aumentos tarifarios sobre la población. Aquel momento histórico no es este. No resulta posible, en atención a la realidad social que vive la población, actualizar en el 2022/2023 las tarifas de los servicios públicos para los usuarios residenciales en el orden del 42,72% y de los beneficiarios de tarifa social en un 21,36%”, aseguró.

Luego el senador del Frente de Todos fue más allá y remarcó que el ajuste adicional que impulsa Guzmán “seguirá generando expectativas inflacionarias a las ya actualmente existentes”. “Según la última medición del Indec, en el primer semestre del 2021 el 40,6% de la población se encontraba bajo la línea de pobreza. Con estos guarismos, no hay capacidad social para absorber aumentos tarifarios como los proyectados. Y la norma invocada para fijar la fórmula de dichas actualizaciones fue pensada para morigerar los efectos de dichos aumentos, no para potenciarlos. Por eso, insistimos, se pretende aplicar a destiempo una ley que hubiera resultado de gran alivio para la sociedad en el momento de su sanción, que lamentablemente el veto de Macri lo impidió”, concluyó.

Qué harán Bernal y Manin

Cerruti aseguró el 3 de marzo que a fines de abril se convocará a una nueva audiencia pública para validar este nuevo esquema tarifario que regirá durante 2022 y 2023. La gran incógnita ahora es que harán el interventor del Enargas, Federico Bernal, y la interventora del ENRE, Soledad Manin, luego de que Parrilli, alter ego de Cristina Fernández de Kirchner, explicitara su rechazo a los aumentos. Ambos interventores son los encargados de convocar a las respectivas audiencias públicas y luego actualizar los cuadros tarifarios, pero es la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner quien los puso ahí y en los hechos le reportan a ella. ¿Van a defender la posición oficial o intentarán boicotearla en línea con los deseos de su jefa política?   

La entrada Parrilli rechazó el aumento adicional de tarifas que impulsa Guzmán y el cristinismo se prepara para resistir el ajuste se publicó primero en EconoJournal.

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