Este 11 de mayo del 2022, tras cinco horas de debate, se aprobó en sesión ordinaria del Congreso Nacional de Honduras la creación de la Ley especial para garantizar el servicio de energía eléctrica como bien público de seguridad nacional y un derecho humano de naturaleza económica y social

En específico, preocupa al sector de las energías renovables, la ratificación al articulo 5 de aquella nueva ley:

ARTICULO 5. CONTRATOS DE ENERGIA ELÉCTRICA GENERADA A PARTIR DE TECNOLOGÍAS SOLAR Y EÓLICA. Se autoriza a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica para que, a través de la Junta Directiva y la gerencia general, con base en la legislación nacional y las cláusulas contractuales, plantee bajo sus prerrogativas y facultades y por razones de interés público, la renegociación de los contratos y los precios a los que el Estado a través de la ENEE, adquiere el servicio de energía solar y eólica tomando como referencia los precios de la región Centroamericana, Caribe y América Latina. En caso de no ser posible la renegociación, se autoriza plantear la terminación de la relación contractual y la adquisición por parte del Estado previo el justiprecio.

La noticia de su aprobación sorprendió a locales y extranjeros. Ya que no estaba previsto que ayer se realice la votación. Empero, desde el oficialismo solicitaron tomar una decisión en el momento, sin extender el debate, aprobando el proyecto de reforma fuera del debido proceso.

“Pido que se desarrolle un proceso de dispensa al segundo debate y que nos vayamos directamente al tercer debate y aprobemos hoy el decreto”, expresó al inicio del debate el vicepresidente del Congreso Nacional, Rasel Antonio Tomé Flores, quien además se refirió a la urgencia de la implementación de la ley para la recuperación de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).

Frente a aquello, algunas bancadas pronunciaron su disconformidad y apostaron a votar con abstención o en contra a la iniciativa para que el pleno continúe el debate en una tercera sesión. No obstante, se votó y quedó aprobada la dispensa para definir el rumbo del debate en la misma jornada. 

Fue clave, para la dispensa y posterior aprobación de los artículos de la ley, la intervención que tuvo el secretario de Estado en el Despacho de Energía y gerente de la ENEE, Erick Tejeda, quien apuntó directamente contra las generadoras: 

“Esta Ley que están hoy por debatir y, espero, por reformar trata de combatir las asimetrías de origen del subsector eléctrico, un subsector donde tenemos empresas generadoras con tasas internas de retorno altísimas, con ganancias multimillonarias y que han gozado de un negocio extremadamente rentable durante las últimas tres décadas algunos y otros hace 10, 15 y 20 años”. 

De este modo, el gobierno insiste en desplazar a empresas generadoras privadas, entre las que incluye explícitamente a las renovables, y las hace parte responsable del peor momento de las finanzas de la estatal. 

“Misteriosamente, dentro de todo el subsector solo la ENEE está quebrada, solo la ENEE tiene una deuda acumulada de 75600 millones de lempiras. Sólo la ENEE paga un servicio de deuda anual de 5000 millones”, observó Tejeda.  

Por ello, el oficialismo no sólo ha convocado al debate y aprobación de esta nueva ley, sino que también ha impulsado las mesas de renegociación de contratos a las que han citado a renovables en primera instancia. 

Ahora bien, con estas es que la ENEE tiene una gran deuda y al menos 13000 millones de atrasos en pagos a las generadoras, que también repercuten negativamente en la economía de las empresas a cargo del parque de generación actual.  

Desde la perspectiva del secretario de energía y gerente de la ENEE, “solo tenemos dos caminos: seguimos el modelo privatizador donde una crisis de mercado responde con más mercado o le damos un caracter humano y rescatamos a la ENEE como un patrimonio nacional, como bien público verticalmente integrada y al servicio de la gente”.

Si bien es cierto que aún hay retos de electrificación y democratización de este servicio ya que, según cifras oficiales, existen 300.000 hondureños que no tienen ningún acceso a la energía eléctrica; aquello no quita que las energías renovables sigan siendo parte de la respuesta para el mejoramiento del sistema eléctrico hondureño. 

La problemática continuaría si se desplaza al sector privado. Puesto que el gobierno cuestiona la idea de la escisión de la ENEE, que stakeholders recomiendan como la respuesta para su recuperación financiera. Por el contrario, el gobierno defiende que a través de la nueva ley se pueda concentrar las decisiones del sector en una sola empresa. Y aquel monopolio del sector eléctrico fue cuestionado, no sólo por su centralización en la estatal, sino por el temor de expropiación de otras empresas tras la renegociación de contratos. 

Al respecto, el congresista Luis Geovany Martínez acotó “Nosotros compartimos que debe haber una renegociación con generadores eléctricos, principalmente a los térmicos y eólicos a los que le dieron privilegios para que hasta estas alturas estén vendiendo energía a 19 centavos de dólar el kWh”.

Por otro lado, el congresista Marco Midence Milla subrayó: “Debemos separar la discusión de la revisión de contratos con la gobernanza del mercado. Es importante entender que hay temas en los que no podemos retroceder. ¿Y saben qué? Es un tema técnico”, sinceró, señalando que la decisión cambiará la economía local.

“El sangrado es por las pérdidas y hay dos tipos de pérdidas. En las técnicas debe ser un mandato invertir  en las redes de transmisión y distribución, porque es un tema sistémico, es resolver un problema de ahora y de dentro de cuatro y cinco años.  Otro tema fundamental que hay que decir además de las pérdidas técnicas son las no técnicas, que en palabras sencillas es hurto. El hurto de la energía en este país representa casi el 50% de la pérdida. No obstante, esta pérdida que es un sangrado muy grave no está debidamente tipificado en la legislación nacional y no hay sanciones para quienes lo provocan”, alertó el congresista Milla pidiendo analizar la nueva ley bajo la luz del contexto.