La segunda convocatoria a Solicitudes de Propuestas (RFP) acumula certezas e interrogantes. Si bien la publicación de los borradores de pliegos de bases y condiciones trajo transparencia al denominado «tranche 2», las preocupaciones de desarrolladores interesados en participar en este proceso se acentúan porque aún no terminan de resolverse cuestiones de fondo.

Primeramente, stakeholders aguardan por conocer cómo culminan las adjudicaciones del Tranche 1 y sus efectos en la disponibilidad de interconexión antes de embarcarse en el nuevo proceso. 

Aquello no debería demorarse más de lo que ya se ha demorado porque también preocupa el largo tiempo para la obtención de los permisos que terminan por impactar adversamente en los tiempos de inicio de obra y construcción de los proyectos. Según alertan desarrolladores, algunas agencias como el Departamento de Arqueología del Instituto de Cultura y las Municipalidades están colocando requerimientos exhaustivos y exigiendo estudios complementarios a terrenos ya impactados que demoran el avance de nuevos desarrollos.

En adición, las demoras en la resolución del proceso de bancarrota de Autoridad de Energía Eléctrica (AEE/PREPA) también tendría implicaciones negativas, fundamentalmente para conseguir financiamientos a tasas competitivas de los proyectos.

Aquello no sería todo. En la antesala del proceso de subasta también preocupa la competitividad que pueda lograr la tecnología. 

Por un lado, una alerta está puesta sobre nuevos impuestos/tarifas (countervailing & antidumping duties) instruido por el gobierno de USA que podrían repercutir en incrementos y volatilidad en los costos de los equipos principales para nuevos proyectos de generación y acumulación de energía. 

Por otro lado, según advirtieron desarrolladores de Puerto Rico, existen incrementos en costos de mano de obra competente como consecuencia de ajustes recientes al salario mínimo en la construcción que podrían repercutir en el avance de los proyectos. 

Además, continúan los interrogantes por los costos de logística y transportación como consecuencia de la pandemia y la guerra de Rusia-Ucrania. Tanto la disponibilidad de fletes marítimos compatibles para transportar solar fotovoltaica como eólica estarían sobredemandados y con altos costos. 

Sumado a aquello, se puede mencionar también retrasos en la entrega de equipos principales como consecuencia de la indisponibilidad de algunos materiales por incremento en costos y logística para la región de América Latina y el Caribe. 

Otra preocupación común en la región que no es excepción en Puerto Rico es la disponibilidad limitada de terrenos aptos, a precios competitivos y bajo condiciones de éxito de los proyectos. Para resolver este punto, restaría implementar entonces en el archipiélago alternativas tales como licitaciones de terrenos fiscales que mercados como el chileno han implementado efectivamente.