¿Qué precios resuenan en las mesas de renegociación de contratos del gobierno con generadoras? 

Todo proyecto abajo de USD $0.10 kWh para ellos (el gobierno) es justo y no van a pasar por un proceso de renegociación. Pero todos aquellos contratos entre USD $0.14 kWh y USD $0.16 kWh sí se los convoca a renegociar. Entonces creemos que hay un margen entre USD $0.10 y USD $0.14 kWh como expectativa del gobierno.

Ahora bien, en renovables no hay un estándar. Hay algunos solares que están arriba de los USD $0.14 kWh, hidroeléctricas que ya están en unos USD $0.13 kWh en promedio que podrían mantenerse pero como existen otros de USD $0.6 kWh o USD $0.10 kWh se nubla el panorama para el gobierno aunque expliquemos que son costos vinculados a construcciones de años atrás con otras condiciones de país.

¿Alguno de los contratos ya tiene avances concretos en su renegociación?

Ya hay una empresa generadora térmica que está renegociando.

¿La aprobación de una nueva ley eléctrica en el medio de las mesas complicó el escenario? 

La nueva ley no era necesaria para llevar a cabo una renegociación. Desde nuestra perspectiva quedaron de más los artículos 4 y 5 porque ya los contratos contienen cláusulas de salida y renegociación de acuerdo mutuo. Entonces, vemos que la ley y su espíritu no es tanto la revisión o renegociación sino la mala fe de no respetar los contratos porque si no se lograsen acuerdos se habla de una adquisición por parte del estado previo a un «justiprecio», que lo vemos como un término más vinculado en todos los principios de la semántica española a una expropiación que a una real renegociación o revisión.

¿Qué destaca como positivo en diálogo con el gobierno?

Creo que finalmente nos están escuchando los principales actores tomadores de decisión.

Primero, se tomó un paso muy importante que fue la división por tecnologías renovables, para empezar a hablar en términos de cada tecnología y bajo diferentes factores de planta.

Segundo, un logro de la semana pasada fue que se empiece a evaluar proyecto por proyecto, porque hay diferentes contratos y diferentes términos por financiamiento.

Por lo menos, esto ha generado una comprensión de que se debe de evaluar caso por caso junto o de la mano de los bancos y los asesores financieros.

¿Qué plantea la AHER como salida? 

Ahora, estamos logrando que la propuesta venga desde la empresa para que exista una comprensión de la economía de escala y su nivel de endeudamiento, las diversas tasas de interés y períodos de prepago diversos que tiene cada cual.

¿El gobierno está apurado con lograr una definición? 

Sí, vimos bastante improvisación en el inicio de este mes. Entendemos que fue un mandato de los primeros 100 días de gobierno porque sucedió justo en ese tiempo: el domingo se cumplieron los 100 días y el lunes ya fuimos convocados a reuniones.

Lo mismo ocurrió con la nueva ley, circuló más en el aniversario de los 100 días que en el Congreso. Por lo que se la vio como una actividad bien política que es evidente que lo que buscan es una aceptación populista por el momento en el que ocurre.

¿Realmente bajar el precio de los contratos de generadores impactará en la tarifa del cliente final? 

No y ese es el principal argumento del gobierno. Hemos hecho evaluaciones en las que aunque bajemos todos tres centavos, eso no impacta en la tarifa. Lo que está impactando en la tarifa en este mercado es la distribución y la transmisión. Así que el impacto puntualmente con la renegociación de contratos va a ser mínimo, a no ser que hagan malabares.

El reto más grande es resolver las pérdidas técnicas y no técnicas del sistema porque han representado un déficit de USD$ 650 millones para la ENEE y se siguen acumulando. Así que, si no se ataca eso, es como seguir llenando un tanque de agua con con hoyos, ¿verdad?