“Lograr una velocidad crucero de 2400 MW anuales será posible si superamos las trabas burocráticas”, subraya Heikki Willstedt Mesa, Director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), en diálogo con Energía Estratégica España.

Para el directivo mantener el ritmo de entre 1500 y 2500 MW al año es positivo. “Todo depende de la voluntad política a nivel nacional y de las comunidades autónomas, ya que algunas son más expeditivas que otras”, detalla.

Entre los principales desafíos para el crecimiento de la eólica el especialista destaca el aceleramiento y simplificación de las tramitaciones ambientales; que los empresarios desarrollen proyectos rigurosos, con impacto positivo en la comunidad donde se instalarán; contar con un marco regulatorio optimizado para las nuevas actividades; enfocar las subastas en el valor que proporciona la tecnología y no en el precio; la agilización y facilitación del repowering; por último, lograr la electrificación basada en energías renovables.

Con las nuevas recomendaciones del Plan de Acción REPowerEU y la activación de las medidas del gobierno nacional podría empezar a acelerarse el ritmo de los permisos ambientales para proyectos entre 50 y 75 MW. Aunque la mayoría aún deban mantener los procedimientos normales.  

¿Qué pasa con los proyectos menores a los 50 MW que dependen de las comunidades autónomas? Para Willstedt, Aragón es un ejemplo de cómo deben agilizarse los trámites mientras que marca como “farolillos rojos” a Cataluña y la Comunidad Valenciana. 

“Siempre vamos por detrás del objetivo. Se podría hacer más de lo que logramos el año pasado pero la tramitación es un desafío”, señala el directivo. 

El 2021 terminó con solo 800 MW instalados de energía eólica. Desde que se aprobaron los planes de impulso de las energías renovables en 2019 el ritmo aumentó pero aún faltan superar obstáculos. 

En este momento hay más de 40 GW en espera que representan 15.000 MW para los próximos cinco años. Se necesitan 10 GW más para alcanzar los 50 GW para iniciar los trámites entre el 2024 y 2025 para empezar a funcionar hacia el 2030. 

“En los próximos 6 o 7 meses veremos el impacto de la guerra en Ucrania sobre la economía europea que podría ralentizar el camino y tendremos un mejor panorama para reevaluar los objetivos”, destaca aunque los mantiene seguros que las empresas continúan con sus proyectos. 

Eólica marina

En este segmento, el principal desafío a superar es que actualmente no existe un marco normativo válido para la tramitación. 

Sobre esto se está trabajando para presentar uno actualizado, que incluya las nuevas demandas de esta tecnología innovadora de la que España podrá verse muy beneficiada. 

Además, aún queda terminar la ordenación de los espacios marinos para realizar los parques eólicos, legislación que se encuentra en la etapa de evaluación ambiental estratégica.  

Por último, se esperan las convocatorias a las subastas para comenzar con los proyectos. 

El Gobierno programó el inicio de estas en enero del 2023. Si esto no sucede, desde la AEE consideran que no será posible alcanzar los objetivos a 2030. 

“Somos optimistas que en los próximos 6 o 7 meses estos puntos deberían quedar cubiertos para dar desarrollo a la eólica marina en España. Eso nos tiene con mucha ilusión”, concluye Willstedt