El Gobierno Nacional de Argentina realizó un nuevo encuentro sobre el hidrógeno como una política de estado y otra vez reunió a representantes de distintos sectores políticos, académicos, productivos y sociales en pos de promocionar en el exterior las oportunidades de la Argentina en este campo. 

Y entre todo el evento que dio continuidad al diálogo intersectorial iniciado por la Mesa Interministerial de Hidrógeno, se destacó la ponencia de João Guillaumon, partner en McKinsey & Company, quien aseguró “que Argentina tiene potencial de 100 GW de electrolizadores para producir H2V”.

“Esto podría tener un impacto de cerca de 25 mil millones de dólares sobre el producto bruto interno (PBI), con inversiones de 160 mil millones de dólares para todos los proyectos y aproximadamente 250.000 empleos nuevos”, afirmó.

Y a raíz de eso, el especialista reconoció que Argentina tiene potencial para estar entre los países con costos más bajos de producción del hidrógeno verde, pero que la posición dependerá, “en gran parte”, del costo de capital, de la tecnología implementada y la construcción de la capacidad.

“Principalmente, el costo de capital es lo que puede definir si Argentina estará entre el 30-40% más barato o si se ubicará entre los países con 15-20% LCOH más económicos del mundo”, manifestó Guillaumon durante el Encuentro Nacional Hidrógeno 2030

¿Cómo se podría alcanzar ese potencial? A través de la conformación de cuatro grandes hubs distribuidos a lo largo y ancho del país: Cuyo, Buenos Aires-Rosario, Bahía Blanca y la Patagonia. 

“Los primeros dos son hubs principalmente para la industria doméstica, como la minería, refinación, transporte, entre otros. El de Bahía Blanca puede tener potencial para la industria local y para exportación, tanto de hidrógeno verde como azul. Y de la Patagonia estaría enfocado en la exportación del H2V y sus derivados”, explicó el partner en McKinsey & Company

Pero también dejó en claro que es necesario tomar acciones a lo largo de seis “dominios”, entre los que se encuentran la regulación, incentivos para fomentar la cadena de valor, financiación de bajo costo, desarrollo de infraestructura, construcción de habilidades y la coordinación internacional. 

Hitos que deberían plasmarse en una hoja de ruta que permita impulsar al país como un complejo productor y exportador de hidrógeno como nuevo vector energético, comenzando con el debate de la actualización de la Ley Nacional N° 26123, para lo cual ya ingresó un proyecto de ley en el transcurso del año pasado y que varios actores del sector energético trabajan para darle un mayor empuje al tema.