El pasado 24 de agosto el Gobierno de Gabriel Boric presentó su Agenda de Energía 2022-2026, fijando lineamientos hacia el final de su mandato.

El por entonces el ministro de Energía, Claudio Huepe –desde esta semana reemplazado por Diego Pardow– sostuvo que este ejercicio contendrá cuatro líneas de acciones: “La transición socio-ecológica justa y la equidad; la energía; la descentralización; y la seguridad energética”.

En una entrevista para Energía Estratégica, Javier Tapia, director ejecutivo de Transmisoras de Chile, analiza el plan de Gobierno.

¿Qué opinión le merece a la Agenda Energética 2022-2026?

Es muy positivo el trabajo realizado los equipos del Ministerio de Energía, tanto porque se logró plasmar lineamientos claros para el sector en el mediano plazo como porque ellos fueron fruto de un esfuerzo participativo y serio.

Nos parece especialmente relevante que la agenda se centre, dentro de sus ocho ejes, en temas muy sensibles para el desarrollo del sistema de transmisión, que es la principal condición habilitante para la descarbonización.

¿Qué aspectos debiera enfatizar la Agenda en transmisión para que continúe desarrollándose el sistema?

Siendo todos aspectos muy relevantes, me parece que, en particular, los ejes 3 y 4, sobre «desarrollo energético seguro y resistente» y sobre «transición justa e infraestructura sustentable”, recogen en gran medida los temas que han sido centrales en nuestro trabajo como Transmisoras hasta ahora.

Mejoras en materias de resiliencia y adaptación, seguridad y calidad de suministro, o la expansión del sistema, que tiene relación con una adecuada planificación de largo plazo, son todos temas fundamentales para nuestras empresas socias.

Quizás más importante, la agenda debiera acelerar el trabajo relativo al desarrollo sostenible de los proyectos y las mejoras en la relación con las comunidades.

Respecto a almacenamiento a partir de baterías, ¿su desarrollo en estos cuatro años de gestión será central?

Los sistemas de almacenamiento cruzan de manera transversal a varios de los temas que se mencionan en la agenda, como la expansión de los sistemas eléctricos o la infraestructura y tecnologías para la masificación de las energías renovables, por ejemplo.

Su desarrollo es sin duda muy importante en el corto plazo. Pero lo verdaderamente importante es que seamos capaces de pensar el sistema que deseamos como país de manera integral.

No debemos soslayar que en ese puzzle las baterías deberán convivir otros desarrollos y tecnologías que también deben ser correctamente guiados y fomentados desde ya. Ese es el verdadero desafío.