“En Costa Rica tenemos un 100% de energía renovable, pero nuestra energía de base es la energía hidroeléctrica. Debemos mirar hacia adelante e identificar qué otros tipos de energía renovable podemos desarrollar en nuestro país”, introdujo Floria Quesada, Ingeniera Civil de la Secretaría de Planificación Energética del Ministerio del Ambiente y Energía de Costa Rica.
Durante su participación en un panel organizado por el Consejo Global de la Energía Eólica (GWEC) y el Banco Mundial durante el congreso internacional WindEnergy Hamburg, la referente costarricense explicó que entre las alternativas que se encuentran evaluando actualmente se encuentra la energía eólica off-shore.
Ahora bien, aclaró que el desarrollo del proyecto estaría a cargo de la empresa estatal y la participación privada podría darse a través de la contratación para la construcción y proveeduría de componentes para aerogeneradores off-shore.
“En mi país la empresa del gobierno ICE se encarga de contratar la construcción de todos los proyectos de mas de 50 MW en nuestro país”.
“Por eso, en esta oportunidad estoy pidiendo información para poder darle al ICE y que esta empresa pueda desarrollar el proyecto y luego contratar a otras empresas, empresas privadas, para que hagan por ejemplo los cimientos, la torre, el rotor o turbinas”, explicó.
Además, adelantó que ya existirían avances sobre el emplazamiento de una primera experiencia costa afuera.
La portavoz costarricense reveló que cuentan con estudios preliminares de recurso eólico que encaminan a dónde podría ubicarse:
“Se podría desarrollar en la costa norte del pacifico muy cerca de Nicaragua”, precisó Floria Quesada.
Los horizontes de negocios aparecerían al analizar a dónde destinar el excedente de energía que genere un parque eólico off-shore. Por lo pronto, se plantea la exportación de energía eléctrica y producción de hidrógeno verde y derivados.
Sobre la primera de estas oportunidades, Floria Quesada señaló que Costa Rica ya tiene experiencia exportando electricidad a otros países centroamericanos que no tienen el mix energético que tiene Costa Rica, por lo que sería un ganar-ganar.
“Quizás sea mejor pedir electricidad renovable a Costa Rica, que comprar petróleo para generar electricidad”, subrayó.
Por el lado de generar excedentes de energía renovable para la producción de hidrógeno verde y sus derivados, consideró que distintos sectores podrán formar parte de esta nueva industria y que no sólo el eléctrico se vería favorecido sino también otros como el transporte, contribuyendo ampliamente en la reducción de emisiones CO2.