Montada en la noticia de la recativación de las centrales nucleares alemanas, la joven Gretha Thunberg dijo en Alemania que “si ya tenemos (las centrales nucleares) en funcionamiento, creo que es un error cerrarlas” si la alternativa es el carbón.
En un giro inesperado de su discurso, Thunberg, que motivó todo un movimiento juvenil por el clima con sus protestas en solitario frente al Parlamento sueco en 2018, dijo a la cadena pública alemana ARD que era “una muy mala idea centrarse en el carbón cuando esto (la energía nuclear) ya está en marcha”.
El gobierno alemán sigue en una puja con el lobby de las empresas carboneras germanas y debatiendo sobre el futuro de sus centrales nucleares, cuyo cierre estaba previsto desde hace 2011 para este año, pero el “cisne negro” de la guerra ruso-ucraniana motivó un cambio en la opinión política de la activista de trencitas.
Habeck, miembro del partido antinuclear de los Verdes, ha dicho “que mantener los reactores en funcionamiento no ayudaría a solucionar la escasez de gas” (Sic), lo que muestra el nivel de la discusión pública y el de conocimiento sobre el problema del abastecimiento energético y en particular sobre los usos del gas.
Preguntada por la presentadora del programa, Sandra Maischberger, sobre si creía que las centrales nucleares debían cerrarse lo antes posible cuando pasara la actual crisis energética, Thunberg dijo que “depende. No sabemos qué pasará después de esto”
Los comentarios de la joven de 19 años se producen en un momento en que la coalición de tres partidos que gobierna Alemania discute sobre la posibilidad de suspender el abandono nuclear del país.
Antecedentes
Cabe recordar que tras el accidente de la central nuclear de Fukuyima provocado por el terremoto y tsunami de Tōhoku el 11 de marzo de 2011, se produjo una andanada en contra de la energía nuclear.
Tras el hecho, el lobby alemán del carbón presionó con el peligro nuclear, arremetió con furia logrando que el Gobierno alemán ordenara la desconexión de todas las centrales nucleares del país. La coalición de centro-derecha que presidía la canciller Angela Merkel dio marcha atrás a la ampliación de la vida útil de las nucleares alemanas que había aprobado ese mismo año.
A pesar de que nunca había dejado de usar carbón, el anuncio produjo la algarabía de muchos alemanes, desconocedores de los enormes volúmenes de carbón alemán (e importado) que alimentan –desde siempre– una matriz que todos creían limpia.
Pero las centrales nucleares fueron silenciosamente reacondicionadas y ahora vuelven a ponerse en marcha luego de que Rusia redujera el suministro de energía al país tras la invasión de Ucrania.
Cumplimiento
Los activistas medioambientales advierten de que Alemania corre el riesgo de incumplir sus objetivos climáticos si quema más combustibles fósiles, mientras que los legisladores conservadores afirman que el gobierno debe utilizar todos los medios disponibles para generar energía dada la tensa situación del suministro y los altos precios.
Los comentarios de Thunberg sobre la energía nuclear fueron bien recibidos por los libertarios y los políticos alemanes de derechas, que anteriormente se habían mostrado despectivos o muy críticos con su activismo.
La adolescente, que actualmente está terminando el bachillerato, dijo que la decisión de Alemania de depender de las plantas de carbón mostraba “lo que ocurre cuando se es demasiado adicto a este tipo de combustibles fósiles”.
La joven criticó los planes de inversión en nuevas infraestructuras de combustibles fósiles y dijo que, en lugar de ello, habría que centrarse en la expansión de las energías renovables. El gobierno alemán insiste en que las nuevas plantas de gas deben ser capaces de utilizar hidrógeno limpio y que está impulsando la producción de energía eólica y solar.
Thunberg señaló que los políticos de algunos países, como Suecia, son reacios a sugerir que la gente ahorre energía, aunque esto pueda hacer bajar los precios.
“Sé que en Alemania se habla de ahorrar energía”, dijo. “Pero en Suecia está totalmente prohibido hablar de usar menos energía, porque entonces la gente dice: ‘Oh no, esto es comunismo y demás’. Así que es una completa locura”.
¿Quién es Gretha?
Gretha Thumberg, que cultivó un estilo de “niña rabiosa” es la hija de los millonarios Svante Thunberg, Malena Ernman.
Ambos conocen el mundo del espectáculo desde que eran niños. Svante, actor de teatro y televisión, es hijo de los actores Olof Thunberg y Mona Andersson y ha ido evolucionando en sus papeles en Suecia hasta que conoció a su mujer y madre de Greta, Malena Ernam, destacada cantante lírica, con la que se casó y es su representante y productor.
La familia en su conjunto se ha convertido en uno de los principales productos del mercantilismo mediático sueco. Gretha padece el síndrome de Asperger y su hermana Beata Ernman Thunberg, sufre TDAH (déficit de atención con hiperactividad) y TOC. Aún así inició una carrera como cantante pop, también producida por sus padres que ya acumulan una fortuna de varias decenas de millones de euros.
Los padres ha sido cuestionados por medios de comunicación suecos y británicos ya que varios periodistas la responsabilizaban de proyectar en Greta sus deseos y ambiciones de diva, algo que ella ha negado siempre. Pero lo que es una realidad latente es que sus negocios ya están ligados a los de su pequeña. Como madre está volcada en la proyección mundial de Greta, y, su segunda hija, Beata.