Hace instantes, la empresa Enel presentó su plan para el 2023-2025, que tiene por objeto:
– Concentrarse en la cadena de valor integrada persiguiendo la electrificación sostenible, cada vez más necesaria en los sistemas energéticos mundiales, cubriendo aproximadamente el 90% de sus ventas a precio fijo con electricidad libre de carbono en 2025, llevando la generación renovable a alrededor del 75% del total, así como alcanzando alrededor del 80% de los clientes de la red digitalizada;
– Reposicionar estratégicamente los negocios y las geografías, con un plan de desinversión por valor de unos 21.000 millones de euros en términos de contribución positiva a la reducción de la Deuda Neta del Grupo. Se espera que la mayor parte de este plan se lleve a cabo a finales de 2023, lo que dará lugar a una empresa más ágil centrada en seis países principales;
– Asegurar el crecimiento y la solidez financiera mediante el acoplamiento de una Tasa de Crecimiento Anual Compuesto («CAGR») del 10-13% en los Ingresos Ordinarios Netos con un ratio FFO/Deuda Neta del 28% previsto a partir de 2023, junto con el mantenimiento de un DPS de 0,43 euros para 2023-2025, frente a los 0,40 euros de 2022, por lo que el DPS de 2024 y 2025 debe considerarse como un mínimo sostenible.
Como parte del plan, la empresa «prevé una nueva racionalización de su estructura, mediante la salida de algunos negocios y geografías que ya no están alineados con su estrategia”, anticipan.
E indican: “En América Latina, el Grupo espera salir de Perú y Argentina”. Es decir, en Argentina se venderían, entre otras cosas, la distribuidora Edesur, que abastece a 2,5 millones de usuarios; activos de transporte; y sus tres generadoras: las térmicas Costanera y Dock Sud, y la hidróeléctrica El Chocón.
En Perú se desprenderán de Enel Distribución Perú, una de las primeras distribuidoras del país con más de 1.3 millones de clientes.
Y de Enel Generación Perú, una de las mayores generadoras del país con alrededor del 13% del total de potencia del SEIN (Sistema Eléctrico Interconectado Nacional). Posee 1,682.60 MW (53.3 % térmico; 46.7% hidráulico) y cuenta con siete centrales hidroeléctricas y dos centrales térmicas.
En energías renovables, a través de Enel Green Power, la compañía tiene proyectado una inversión de casi 400 millones de dólares. Tiene adjudicados tres mega proyectos por 332 MW licitados en eólico (132 MW), fotovoltaico (180 MWp), e hidroeléctrico (20 MW).
Asimismo, la empresa “espera vender los activos en Ceará para aumentar el enfoque en las redes de distribución en las megaciudades (Río y São Paulo)”.
Por otra parte, en América Latina la empresa espera reforzar, crecer y digitalizar las redes para permitir la transición.
“La estrategia de red del Grupo abarca cinco de sus seis países principales, a saber, Italia, España, Brasil, Chile y Colombia, donde tiene una posición integrada y donde su experiencia única en la evolución digital puede desplegarse mejor, centrándose principalmente en las grandes áreas metropolitanas”, informa la empresa.
Objetivos
Para alcanzar estos objetivos financieros, el grupo espera invertir un total de unos 37.000 millones de euros para llevar a cabo las siguientes acciones estratégicas:
Equilibrar la demanda y la oferta de los clientes para optimizar el perfil de riesgo/rendimiento
Para 2025, en los seis países principales, el Grupo prevé vender alrededor del 80% de los volúmenes de electricidad con contratos de precio fijo, lo que supone un aumento de unos 15 TWh (+7%) respecto a las estimaciones de 2022. El Grupo espera alcanzar el 100% de las ventas a precio fijo cubiertas mediante generación propia y contratos de compra de energía a largo plazo («PPAs»), de los cuales se espera que alrededor del 90% estén cubiertos por fuentes libres de carbono, asegurando aún más la evolución de los márgenes del Grupo.
Esto permitirá al Grupo aplicar una estrategia comercial estable y visible a largo plazo, reduciendo así los riesgos a corto plazo asociados a la volatilidad externa y fomentando el cambio de los clientes del Grupo a la electricidad limpia desde la energía de origen fósil.
Con este objetivo, el Grupo, aprovechando la relación contractual a largo plazo con sus clientes, espera acelerar en los próximos tres años el despliegue de servicios de valor añadido y de infraestructuras de nueva generación, más concretamente
puntos de recarga de vehículos eléctricos (de unos 0,5 millones estimados en 2022 a aproximadamente 1,4 millones en 2025)
almacenamiento detrás del contador (de unos 99 MW estimados en 2022 a unos 352 MW en 2025)
respuesta a la demanda (de unos 8,4 GW estimados en 2022 a unos 12,4 GW en 2025).
Descarbonización para garantizar la competitividad, la sostenibilidad y la seguridad
Para 2025, el Grupo espera añadir alrededor de 21 GW de capacidad renovable instalada (de los cuales aproximadamente 19 GW en sus países principales), en buen camino para alcanzar sus objetivos de descarbonización en línea con el Acuerdo de París.
El Grupo tiene previsto desarrollar esta capacidad renovable con el apoyo de una cartera de proyectos líder en el mercado, que asciende a unos 425 GW.
El Grupo también sigue aplicando su modelo de negocio «Stewardship», con el objetivo de aprovechar más oportunidades potenciales en países no centrales para maximizar la creación de valor a nivel mundial.
La estrategia de descarbonización permite al Grupo confirmar una vez más su compromiso con las emisiones cero para 2040, con objetivos conformes a 1,5°C fijados en todos los ámbitos y bajo la validación de la iniciativa Science Based Targets.