En Panamá, las energías renovables variables suman más de 715 MW, representando el 18,22 % de la capacidad instalada en el país y apenas el 12% de la generación disponible en el Sistema Interconectado Nacional.
Los Lineamientos Estratégicos de la Agenda de Transición Energética 2030, que lanzó el gobierno en 2020, plantearon la necesidad de incrementar esos porcentajes durante esta década con la implementación de determinadas estratégias de política energética local.
Entre ellas, la Estrategia Nacional de Innovación del Sistema Interconectado Nacional (ENISIN) aprobada este mes, plantea una serie de ejes estratégicos para fomentar que el aporte de generación de renovables no convencionales sea superior al 20% del consumo de energía al 2030.
“La ENISIN buscar promover mejoras al mercado para impulsar las renovables, también la mejora de los procesos administrativos en diversas entidades públicas y ante los gestores de redes, así como la mitigación de riesgos en los elementos financieros para el desarrollo de proyectos tomando en cuenta las lecciones aprendidas de los últimos años, sobre todo en las licitaciones de largo plazo”, introdujo Jorge Rivera Staff, secretario de Energía de Panamá, a Energía Estratégica.
En atención a los retos que podría generar en el sistema el aumento de la eólica y solar, desde el ENSIN prevén la ejecución de determinados ejes de política energética, así como líneas de acción específicas para que, junto al crecimiento de renovables, puedan asegurar la seguridad y confiabilidad del sistema con tecnologías complementarias.
“Se busca impulsar el almacenamiento de energía como actividad que permita nuevas oportunidades para las renovables no convencionales, así como incrementar los mecanismos de reconocimiento de potencia firme para las mismas, y una participación más activa de la demanda, que abre también oportunidades para nuevos proyectos”.
“Igualmente se establecen líneas de acción para potenciar la flexibilidad en la operación del sistema y el desarrollo de un mercado de servicios auxiliares, para incorporar más capacidad renovable a nuestro sistema”, consideró el secretario de Energía de Panamá.
Todo aquello abre las puertas a nuevos modelos de negocios tecnologías de almacenamiento además de generación. En concreto, el ENISIN propone:
-Crear un mercado completo de servicios auxiliares, cuyos próximos hitos sean la expedición por parte de ASEP de las reglas del mercado de servicios auxiliares y el registro de nuevos Agentes para prestarlos.
-Incorporar en las normas el mecanismo de evaluación y seguimiento del desempeño de la Flexibilidad del SIN; por lo que, a la brevedad se harán modificaciones en el Reglamento de Transmisión y Operación para incluir de manera obligatoria las evaluaciones del estado actual de Flexibilidad del SIN y de los requisitos mínimos de niveles de Flexibilidad con el fin de considerar estos resultados en la planificación de corto y mediano plazo del SIN, al igual que en el Plan de Expansión del SIN.
-Incorporar tecnologías de almacenamiento en toda la cadena del sector; lo que necesitará una pronta expedición por parte de ASEP de las reglas para la actividad de almacenamiento de energía, concebida como un multiservicio.
Sobre el último punto se aclara en el ENISIN que se requerirá además que ETESA diseñe licitaciones para la incorporación de sistemas de baterías que presten servicios auxiliares y soporte en transmisión, definir en el Plan de Expansión del Sistema Interconectado Nacional cómo será la instalación de baterías e incentivar mediante señales regulatorias sistemas de almacenamiento que incrementen la firmeza de las fuentes renovables variables.
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