La secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini, inauguró en el Centro Cultural Kirchner la Segunda Reunión de la Conferencia de las Partes del Acuerdo de Escazú (COP 2). Luego de su intervención, en una ronda con periodistas, se metió de lleno en el debate sobre la transición energética y la mitigación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que debe afrontar el país. “El compromiso que tiene la Argentina en cuanto a emisiones es no superar las 349 megatoneladas de dióxido de carbono (MtCO2e) equivalente al año 2030 y alcanzar la neutralidad en el 2050”, comentó.

La Argentina viene de incrementar su emisión un 26 % en el año 2021, sin embargo, es uno de los pocos países que captura más carbono del que emite, según un estudio recientemente publicado por la NASA. En este contexto, el Ministerio de Gobierno de la Nación lanzó en 2022 el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático al 2030, siguiendo la línea de lo acordado en el Acuerdo de París y pensando en un traspaso gradual a otras alternativas que generen energía a largo plazo para cumplir con los compromisos asumidos.

Una nueva mirada energética

El Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático para 2030 tiene seis puntos acordados entre distintos sectores, Energía inclusive. “Fue en consenso con todos los ministerios, que es como creemos que lo que tenemos que hacer en esas negociaciones de actividad de bloque”, aseguró la Secretaria.

En lo que respecta a la transición energética, el plan menciona desde la eficiencia energética como punto central hasta el desarrollo de capacidades nacionales para dicha transición. “Sobre todo porque tenemos una restricción a la hora de tener más parques eólicos y más parques solares”, mencionó la funcionaria, y agregó “la restricción macroeconómica de dólares es uno de los motivos”.

La Secretaria, quien venía de inaugurar junto a YPF Luz el Parque Solar Zonda en San Juan, aseguró que “si fortalecemos nuestra capacidad nacional vamos a ser capaces de poder tener más parques eólicos y solares”. En efecto, la Argentina viene teniendo un aumento importante y notorio en materia de producción a través de fuentes renovables.

El problema en realidad se encuentra en las limitaciones del transporte de energía que actualmente padece el país. En ese sentido, Nicolini se refirió a la necesidad de invertir en transmisión eléctrica, un cuello de botella que hasta el momento no ha encontrado solución y requiere de decisiones políticas para abordarlo. “No entra un kilovatio más en la red”, declaró.

Además, Nicolini se refirió al gas como una energía de transición, haciendo foco en el desarrollo del eje de transporte y considerando las implicancias de un país tan grande y con tantos desafíos como tiene la Argentina. “La gasificación es un vehículo para que esa transición pueda ser más acelerada, si bien no es una solución a largo plazo, sí que lo es en el corto”, concluyó. A su entender, el gas es un recurso que deberá convivir con las fuentes limpias mucho tiempo más, así como los hidrocarburos en general, hasta tanto el ideal renovable sea posible.

Por otro lado, siguiendo con las opciones de generación de energía, la funcionaria aseguró “debemos desarrollar todo lo que es hidrógeno verde, también la cuestión de los pequeños aprovechamientos hidráulicos, como la energía hidroeléctrica”, añadió. “Sobre todo el mantenimiento también de las represas que ya tenemos”, concluyó la funcionaria.

Nicolini en su intervención durante la inauguración de la Segunda Reunión de la Conferencia de las Partes del Acuerdo de Escazú (COP 2) aseguró que “en la transición al desarrollo sostenible, nuestra región se topa con las consecuencias de más de 500 años de desigualdad”. “Una desigualdad que se manifiesta en la riqueza de los países del Norte a costa de la explotación de nuestros bienes comunes”, reiteró. También remarcó que “la política es la herramienta para superar estos dilemas, para corregir aquello que hicimos mal, para alcanzar soluciones superadoras”.

Lo que plantea el Gobierno es un traspaso moderado hacia alternativas sostenibles, un cambio de paradigma que efectivamente llevará tiempo. La solución para el cuello de botella que existe en torno a la evacuación de energía aún es una incógnita y un problema a nivel nacional. Quedan dudas todavía sobre cómo enfrentarán a nivel país las oportunidades que presenta Vaca Muerta ante la crisis energética que atraviesa el mundo debido a la guerra entre Ucrania y Rusia, considerando el foco que exponen frente a las nuevas alternativas.

Sin embargo, en este contexto, la lucha por una transición a otras fuentes de energía más sostenibles, por una mejora de la resiliencia al cambio climático y reducción de las emisiones se vuelve casi una obligación política. Para Argentina, según lo que explica Nicolini, representa también una oportunidad.

Acuerdo global

En 2015, en el marco de la XXI Conferencia sobre Cambio Climático (COP21), 195 países
resolvieron firmar el Acuerdo de París, un acuerdo global para abordar el cambio climático, tanto en
lo que respecta a sus efectos en el planeta como en la sociedad. En ese sentido, diferentes países del
mundo comenzaron a tomar medidas para mitigar el impacto de los Gases de Efecto Invernadero
(GEI) y a pensar estrategias para abordar la producción de energía a través de fuentes sostenibles.

La entrada Cecilia Nicolini: “El compromiso que tiene la Argentina en cuanto a emisiones es no superar las 349 megatoneladas de dióxido de carbono al año 2030 y alcanzar la neutralidad en el 2050” se publicó primero en EconoJournal.

, Sol Mansilla