Según la última edición de las Perspectivas Energéticas a Corto Plazo (STEO) de la Administración de Información Energética (EIA) , la producción de crudo de EE.UU. podría aumentar en 720.000 barriles diarios este año, frente a la prevista de 640.000 bpd.
Sin embargo, según la EIA, se prevé que la demanda de crudo en EE.UU. se debilite debido al menor consumo de combustibles destilados.
La previsión de la EIA respecto a la economía estadounidense se basa en un crecimiento del PIB del 1,3% en 2023 y del 1,0% en 2024, frente al 1,6% y el 1,8% de la edición del mes pasado, según el modelo macroeconómico de S&P Global para la economía estadounidense y las previsiones de precios energéticos propios de la agencia. El menor crecimiento del PIB reduce el consumo total de energía de EE.UU. en ambos años en comparación con la previsión del mes pasado.
El consumo de combustibles destilados en Estados Unidos bajó por la prolongada ralentización de la actividad manufacturera. A principios de este mes, el Institute for Supply Management informó de que la actividad manufacturera y de transporte de mercancías en Estados Unidos había descendido por séptimo mes consecutivo en mayo, lo que significa que se encuentra oficialmente en recesión.
Al mismo tiempo, la EIA espera que el consumo de gasolina y combustible para aviones aumente este año, lo que explicará parte del aumento previsto de la demanda de combustibles líquidos, que estará encabezada por el propano y el etano.
La agencia también prevé que el consumo mundial de petróleo aumente este año en 1,6 millones de barriles diarios, hasta alcanzar los 101 millones de bpd. Según la EIA, el consumo seguirá aumentando el año que viene, con 1,7 millones de barriles diarios más, la mayoría en los países en desarrollo.
En cuanto a energías renovables, la solar ha sido la principal fuente de nueva capacidad de generación en Estados Unidos en lo que va de año, y la nueva capacidad contribuye a la previsión de que la generación solar estadounidense durante los meses de junio, julio y agosto será un 24% superior a la del verano de 2022.
El aumento de la capacidad solar, junto con la bajada de los precios del gas natural, contribuye a la previsión de descenso de la generación eléctrica a partir del carbón este año.