. El CEO de la energética Genneia, Bernardo Andrews, consideró en relación al presente y al futuro de las energía renovables en la Argentina que “estamos en un escenario fantástico, pero extremadamente limitado por la infraestructura”, en referencia al sistema de transporte de electricidad.
En este orden sostuvo que “somos optimistas, que se puede encontrar una fluidez, charlando entre el ámbito privado y el público (gobierno), para proponer y construir, y aportar a las soluciones de infraestructura necesarias”.
“El desafío es muy grande pero la oportunidad es única. Más allá de los problemas de la cadena de suministro y acceso a divisas, la industria está super dinámica y comprometida”, agregó el directivo al exponer en un panel sobre “El futuro sobre las energías limpias en Argentina), en el marco de las actividades de la Semana de la Ingeniería 2023, organizada por el Centro Argentino de Ingenieros, en la ciudad de Buenos Aires.
Andrews sostuvo que “si destrabamos infraestructura, podemos estar cerca de los objetivos e inclusive proponernos objetivos más agresivos, a mediano plazo”, en alusión a la meta de participación de las energías renovables (de al menos 20 % en la ecuación energética) para 2025.
“En el mediano plazo estamos en un escenario donde la energía renovable es una energía competitiva y asequible para nuestros clientes”, señaló. Y describió que “en esta última década y media hubo un cambio dramático, hacia una evolución donde la energía solar y la eólica es competitiva con las convencionales”.
“Argentina tiene una bendición al ser un país con un sistema eléctrico que posibilita la complementariedad de diversas fuentes de energía, y que permite inyectar energía renovable de manera eficiente en el sistema, pero se requiere su ampliación”, señaló.
“Requerimos un sistema de transmisión con capacidad, pero más complejo, más denso, más radial. Estamos trabajando con la Cámara Eólica (CEA), y hay un diálogo fructífero con la Secretaría de Energía para destrabar la iniciativa privada, y acompañar decisiones de inversiones”, reveló Andrews, que preside la entidad empresaria.
“Definitivamente, la Secretaría, Cammesa, tienen que dirigir y priorizar el rol del privado para destrabar estos cuellos de botella” remarcó.
Y consideró que “si vos unis las decisiones de inversión, y además agregas iniciativa privada en pequeñas inversiones en transformación, inyección de nuevas soluciones e inversión en transmisión, se puede crecer ilimitadamente en eólica y solar, recursos de clase mundial que tiene la Argentina”, enfatizó Andrews.
Por su parte, y en el mismo panel, el CEO de YPF Luz, Martín Mandarano, sostuvo que “los generadores (de energías renovables) tenemos que aportar al desarrollo del sistema de transmisión y transporte de electricidad, y haciendo nuestros proyectos más eficientes, trayendo las soluciones tecnológicas que se están planteando en el mundo”. “La demanda se beneficia con que produzcamos más barato y más económico”, agregó.
HIDROGENO
Acerca de la producción de hidrógeno, Mandarano se declaró “convencido de que el hidrógeno es otro potencial a desarrollar, pero creemos que es para (abastecer) el mundo y no para (cubrir demanda energética) Argentina”.
“El costo del hidrógeno en el mediano y largo plazo va a ser mucho más caro que el gas natural. Argentina con los recursos que tiene de viento, sol y gas natural, deberíamos poner el foco en el costo del gas natural con bajas huellas del carbono, y el hidrógeno llevarlo para aquellas industrias que están dispuestas a pagar el dólar por millón de BTU adicional de ese hidrogeno, que tiene un potencial infinito”, describió.
Y agregó, “estamos lejos del mercado que demanda este recurso, pero esa parte depende de nosotros, porque el recurso del viento hay que ponerlo en valor, para hacerlo (al hidrógeno) a un precio competitivo”.
Mandarano describió que “el gas natural en Argentina es parte de esta transición energética, y para desarrollar ese potencial (hidrógeno), necesitamos mucha gente que nos ayude a desarrollarlo. Hoy todavía necesitamos ponerlo en los gasoductos para ponerlo en valor, tenemos buenas riquezas, pero no riquezas monetarias todavía”.
“Ya está definido que el gas a nivel mundial es parte de la transición energética, más después de la guerra (Rusia-OTAN). El gas nos permite abastecer en forma asequible, confiable y segura a toda la demanda, ya que las renovables son intermitentes, y no existe un elemento que nos permita compensar esa intermitencia ya que las baterías son muy caras”, señaló.
Y añadió, “el gas natural es el puente de transición entre el hidrocarburo convencional y las renovables. Es la batería actual, la que permite compensar la intermitencia de la energía renovable. Con el potencial de más de 150 años de reservas y el costo de desarrollo que baja, es competitivo a nivel mundial, nos permite tener una matriz energética limpia, y cada día más complementaria con las renovables”.
LITIO
Con relación al desarrollo de la producción de litio en el país, en el mismo panel Bautista Vermal (Pluspetrol) sostuvo que “también fuimos bendecidos en cuanto a recursos minerales, , las provincias del norte son partes del triángulo del litio (con Chile y Bolivia)”.
“El litio no es un mineral escaso, es muy abundante en el mundo, pero hay pocos lugares donde es viable económicamente producirlo, y los salares son unos de esos entornos donde eso se logra. Argentina tiene mucho potencial, pero Chile tiene 5 veces más salares que Argentina y Bolivia el de Uyuni, el mayor del mundo”, describió.
Agregó que “hasta ahora, estamos viendo un boom en exploración, pero las decisiones de los vecinos (declarar la nacionalización del recurso) nos favorecieron desde el punto de vista contractual, pero puede cambiar por restricciones propias”, advirtió.
Vermal consideró que “las decisiones (de las provincias que cuentan con el recurso mineral) empujan a que en términos relativos nuestro esquema contractual sea más manejable para los privados y pueda haber interacción de privados”, pero advirtió que “en el objetivo de promover y captar parte de la industria (con participación local) no hay que pasarse de rosca”.
Y argumentó que “es un juego a nivel mundial, lo que uno hace, es lo que recibe de respuesta. La industria se está desarrollando, el ecosistema se está armando, hay dos proyectos en marcha, otra planta que está por entrar en producción, y tenés varios proyectos más lanzados. Hay temas de infraestructura de caminos, de tren, de capital humano, y necesitamos que todos esos factores se alineen para producir el primer producto (carbonato de litio) que te lleva luego a una batería”.
Pero la producción de otros eslabones de la cadena para llegar a las baterías a nivel local es un proyecto de largo plazo, consideró.
SM