La energía renovable cuenta con altas posibilidades de desarrollo en el país por la disponibilidad de recursos y porque ya cuenta con precios más competitivos que la operada con combustibles fósiles, tanto por producción en escala como por reducción de costos en paneles y aerogeneradores.

Así lo sostuvo el director de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Genneia, Gustavo Castagnino, quien a su vez advirtió sobre los condicionamientos impuestos por los países desarrollados con “una vara cada vez más alta en cuanto a lo ambiental”.

En una entrevista concedida a Télam, Castagnino también advirtió sobre el “cuello de botella” que representa para los emprendimientos eólicos y solares la falta de inversión en materia de transporte de electricidad, similar al que tuvo Vaca Muerta antes de la habilitación del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK).

– ¿En qué situación está Argentina en materia de energías renovables, en particular eólica?
Argentina hoy está cuarta en Latinoamérica, después de México, Brasil y Chile, en capacidad instalada de energía eólica. Tenemos una capacidad gigantesca para crecer, con los vientos y el recurso que tenemos en Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Río Negro y el sur de la provincia de Buenos Aires. Pero tenemos un cuello de botella que tiene que ver con el transporte eléctrico. Si no se hacen obras de infraestructura importantes para poder seguir interconectando los diferentes lugares donde hay muy buen recurso eólico o solar para que lleguen a los centros de consumo, tenemos una restricción para poder seguir creciendo. Más allá de eso, el sector sigue invirtiendo, creciendo y aprovechando los lugares donde todavía hay capacidad de transporte libre.

– Con los recursos naturales no alcanza, si no, no se explicaría que China fuera el número uno. ¿Qué le falta a Argentina?

Hay un marco regulatorio desde 2015 que es muy bueno y generó una estabilidad jurídica y fiscal muy importante. Vence en 2025 y estamos trabajando desde el sector privado con autoridades y los legisladores en buscar la manera de extenderlo por lo menos 10 años más. Ese marco regulatorio tenía un 20% como meta de penetración de la energía renovable en la matriz energética. Hoy estamos en el 14%, aproximadamente, y si bien no vamos a llegar al 20% en 2025, estaremos en un 18%. De todos modos, nos planteamos una meta del 30% para 2035. Lo que tenemos que lograr es que se ponga en marcha el Masterplan de transporte eléctrico, que la Secretaría de Energía viene trabajando hace mucho tiempo junto con Cammesa. Eso requiere voluntad política, financiamiento internacional, del Estado argentino y la posible participación de las empresas privadas aportando a ese desarrollo. Sin ese desarrollo de transporte eléctrico es muy complejo que el sector pueda seguir creciendo, como podría crecer con la gran demanda que existe.

– ¿Qué destaca como lineamientos principales del Masterplan?
Hay que solidificar y mejorar el acceso de líneas de alta tensión al AMBA, que es el sector que más consume, pero también a las grandes ciudades de Argentina, y empezar a unir los lugares donde tenemos los mejores vientos y el mejor sol con estos centros de consumo. En Chubut, toda la línea costera que une Rawson, Trelew, Madryn, está totalmente ocupada por la energía que está generando y no permite que se puedan habilitar nuevos parques para generar energía, porque la red está colapsada. Hago el parangón con Vaca Muerta, que puede traer todo el gas que queramos, pero si no lo podemos sacar a través de gasoductos o construyendo una planta de GNL, es un recurso que no podemos aprovechar. Tenemos litio, cobre, una minería con un potencial enorme, el mejor sol del mundo, el mejor viento del mundo, posibilidades de producir hidrógeno, gas, petróleo, recursos pesqueros, etcétera. Si Argentina pudiera aprovechar esos recursos no tendría ninguno de los problemas que tiene hoy.

– ¿Cómo convencería a una gran empresa que es negocio tener un parque eólico?

Hoy la energía renovable es competitiva, incluso más competitiva que el precio general del mercado eléctrico. El precio de la energía renovable baja el promedio del mercado: hoy el promedio de la energía renovable es $ 60 (US$ 0,17) el Mwh y el monómico está entre 75 (US$ 0,21) y 80 (US$ 0,22). La baja del precio de las energías renovables está generada por la escala, pero también han bajado mucho los costos tanto de los paneles solares como los aerogeneradores, con lo cual hay un precio competitivo con contratos a largo plazo estables. No es una moda, yo diría que es casi una obligación generar esa transición energética. Las empresas petroleras, siderúrgicas, mineras y de cualquier sector tienen que avanzar con esa descarbonización, porque si no van a empezar a perder mercados. Hoy lo que se busca es tener litio verde, cobre verde, aluminio verde, para poder seguir entrando en los mercados cada vez más exigentes que hay en Europa y EEUU. Los mercados más desarrollados están poniendo una vara cada vez más alta en cuanto a lo ambiental para poder seguir accediendo, con lo cual, más que una moda es una barrera paraarancelaria inevitable. Todo el mundo lo va a hacer. Pero también está fomentado por los consumidores, que empiezan a elegir en los mercados más sofisticados productos que son carbono neutrales. Así como antes se fijaban cuántas calorías tenían, hoy se fijan cuál es la huella ambiental de un producto. Y si el consumidor no compra el producto, no lo compra la cadena de supermercados y así se pierden un mercado.

Fuente: agencia de noticias TÉLAM

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